Enfermedades de los testículos en el perro. Son enfermedades que se presentan con frecuencia y que suelen conllevar problemas de esterilidad.
En la clínica, cuando se realiza una exploración de un perro macho para vacunarlo o porque presente algún problema, siempre se exploran los testículos como parte de ese examen general. Muchas veces es el veterinario el que alerta al propietario de un perro de que padece algún problema testicular.
–Una de las alteraciones más frecuentes que se ven con relación a este tema es la criptorquidia, en la que uno o ambos testículos no descienden a su posición normal y quedan en la cavidad abdominal o en el canal inguinal pero no en el escroto.
Normalmente el descenso de los testículos se produce sobre las tres semanas de vida y ya están en su posición al mes y medio ( en la inmensa mayoría de los casos). Cuanso sólo se palpa un testículo se habla de criptórquido unilateral; si no baja ninguno es un criptórquido bilateral. Puede darse el caso de que no se hayan formado los testículos , pero es tan extraño que no lo vamos a considerar.
El hecho de que no descienda uno o ambos testículos tiene sus consecuencias pues el testículo que está en su posición se comporta con absoluta normalidad pero el que está en cavidad abdominal no producirá espermatozoides ( aunque sí testosterona). Si ambos testículos están en abdomen, el perro será estéril. El testículo intraabdominal tiene más tendencia a hacerse tumoral que el que está en su posición y por ello se acoseja el proceder a la orquiectomía ( extirpación de los testículos). A parte de ello, la criptorquidia es un proceso hereditario y por ello no se aconseja la reproducción de los perros criptórquidos unilaterales y sí la castración.
–Otra alteración que podemos encontrar es la inflamación de uno o ambos testículos, proceso conocido como orquitis. Esta inflamación suele ser consecuencia de procesos traumáticos ( golpes, peleas, etc.) pero también pueden tener un origen infeccioso ( donde podemos destacar las debidas a bacterias como las brucelas o a parásitos como la leishmania). La evolución de las orquitis puede ser hacia la recuperación completa pero, muchas veces, acaba en u proceso degenerativo que evoluciona a la atrofia del testículo afectado.
–Otro proceso que puede presentarse es la torsión testicular, donde el testículo afectado gira sobre sí mismo. Esto produce un fallo en el riego del testículo y hay un aumento del tamaño acompañado de gran dolor. Cuando se produce en testículos que no han descendido y están en abdomen es difícil de apreciar.
–Por último vamos a citar a las neoplasias o tumores testiculares. Este grupo de trastornos es muy frecuente en los perros, sobre todo en los de edades avanzadas y son más frecuentes en los testículos ectópicos ( los situados fuera de su localización normal). Hay varios tipos de tumores según las células afectadas y cada uno puede manifestarse de una forma distinta. Así, según el tipo de tumor que padezca el perro pueden presentarse síntomas como aumento o disminución del tamaño testicular; cambio en la consistencia testicular; aumento del tamaño de los pezones; cambios en el prepucio; intento de monta por parte de otros machos; problemas dermatológicos como hiperpigmentación de la piel, seborrea,caída del pelo, etc.
En problemas como las orquitis y la torsión testicular el perro suele mostrar gran dolor de la zona, con dificultad para andar con normalidad, decaimiento, anorexia, hipertermia, etc.
Cuando en casa notamos que nuestro perro tiene algún problema que puede afectar a los testículos ( hemos visto un golpe en la zona, una mordedura, un aumento o disminución de tamaño, alteraciones en la piel, etc. debemos acudir a nuestro veterinario de confianza. En estas patologías que hemos mencionado, quizá las urgentes son la orquitis y la torsión testicular.
Tanto si llevamos a nuestro perro porque apreciemos en casa el problema como si es el veterinario quien, en una revisión, detecta el problema, se debe llegar al diagnóstico del problema e instaurar el oportuno tratamiento. No hay que olvidar que enfermedades sistémicas como la leishmaniosis pueden originar inflamación de los testículos pero, además, afectan a órganos como es el riñón y no debemos descuidarlo.
El diagnóstico del problema testicular unas veces es fácil ( orquitis traumáticas, torsión de testículo escrotal) pero otras veces requiere de estudios complementarios como radiografías, ecografías, analíticas de sangre y toma de biopsias.
Pocas enfermedades de los testículosen el perro responden a tratamiento médico ( antibióticos, leishmanicidas, antiinflamatorios) y la mayoría de las veces hay que recurrir a la orquiectomía (extirpación de los testículos) para acabar de solucionar el problema y/o para prevenir posibles complicaciones.
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Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info