En este artículo vamos a empezar a tratar las intoxicaciones que pueden sufrir nuestros gatos tanto en el interior de casa como en el jardín. En primer lugar hay que destacar que los gatos son animales muy particulares pues su sistema detoxificador no funciona igual a como lo hace el de un perro o una persona. Poniendo un ejemplo, un perro o una persona pueden tomar la conocida Aspirina a la dosis adecuada cada 12 horas mientras en el caso del gato, debido a su particular sistema detoxificador, debe tomarla cada 72 horas. La diferencia es tan notable que si le damos a nuestro gatito este medicamento con la pauta de un perro, puede llegar a morirse.
Otra particularidad que tienen nuestros gatos es la forma de intoxicarse. En el caso de líquidos tóxicos, por ejemplo lejía, una persona puede ingerir gran cantidad si por ejemplo la guardamos en una botella de agua y la persona la bebe por equivocación. En el caso de los perros, como les encanta jugar y destrozar las cosas, pueden romper una botella con lejía e ingerir así una gran cantidad de producto. Los gatos son muy selectivos con los olores y sabores y no son tan destructivos como los perros por lo que la ingestión de gran cantidad de producto, tal y como les pasa a los perros o a las personas, es muy infrecuente.
En el caso de los gatos la intoxicación es más frecuente si la sustancia tóxica impregna su piel y pelo. Como tienen el hábito de limpiar su pelaje lamiéndose, de esta forma ingieren el tóxico y se produce el cuadro de envenenamiento.
Entre los productos tóxicos que podemos encontrar en el hogar podríamos destacar: jabones, champús, detergentes para la vajilla o la lavadora, productos desinfectantes para el suelo, limpiadores de maderas, insecticidas tanto para el hogar como para otras especies de animales, etc.
Los jabones, detergentes, desinfectantes, etc. suelen producir la intoxicación por contacto con la piel y pelo del gato debido a un uso inadecuado o debido a un accidente que provoque que caiga en la piel de nuestro gato. En el caso de los productos antiparasitarios destinados a otras especies, por ejemplo perros, es frecuente que se utilicen collares, pipetas, pulverizadores o jabones medicados en los gatos cuando no está autorizado su uso en ellos, originando un cuadro de intoxicación grave que puede llegar a ser mortal si no se toman las medidas adecuadas a tiempo.
Una intoxicación es siempre una urgencia médica y, si tenemos la sospecha o la certeza de que nuestro gato ha podido ingerir algún tóxico, debemos ponernos en contacto con nuestro veterinario de confianza. En nuestra clínica siempre estamos preparados para atender este tipo de consultas las veinticuatro horas del día, en primer lugar mediante asesoramiento telefónico antes de que el gatito llegue a la consulta, indicando al propietario lo que puede hacer mientras llega a la clínica y, una vez en la consulta, diagnosticando el problema e instaurando el tratamiento pertinente.
Recordad que hay intoxicaciones que producen lesiones irreversibles por mucho que se instaure el tratamiento pertinente y que esas lesiones pueden llevar a la muerte de nuestro gatito en un plazo corto de tiempo.
Es muy importante en las casas donde haya animales, al igual que hacemos cuando hay niños pequeños, mantener todos los productos potencialmente tóxicos fuera del alcance de nuestras mascotas. Si alguna vez entran en contacto con un posible tóxico coger el envase del producto, llamar a nuestro veterinario de confianza y decirle qué es exactamente lo que nuestro animal ha tomado y la cantidad, siempre que sea posible. De esta forma el veterinario podrá orientarnos sobre lo que debemos hacer antes de acudir con nuestra mascota a la clínica.
Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria Olivares y tuveterinario.info/tuveterinario