Limpieza de oídos en los perros. La higiene de los oídos de nuestros perros es fundamental para evitar la aparición de afecciones en los mismos y como parte del tratamiento de esas afecciones.
Limpieza de oídos en los perros. Cada vez más, los cuidadores de perros se preocupan por la salud y la higiene de sus queridos compañeros. La higiene de los oídos es un motivo de consulta muy frecuente en la clínica. Cuando un cachorrito viene por primera vez y sus dueños nos preguntan sobre los cuidados que deben realizarle, la higiene de los oídos es algo que recomendamos que se empiece a hacer desde pequeñitos para que el perro se acostumbre a que le manipulen las orejas y permita que esta labor se realice de forma fácil y efectiva.
Los perros, al igual que nosotros, poseen en los conductos auditivos unas glándulas, las ceruminosas, que producen una secreción que ayuda a mantener el ambiente del oído en una situación óptima.
Esta secreción se elimina debido a un movimiento ascendente hasta que llega al exterior del conducto y zona interna del pabellón auricular y es ahí donde los dueños suelen apreciar el acúmulo de cerumen y donde proceden a limpiarlo. Cuando se limpia el cerumen que hay en el pabellón auricular, al poco tiempo veremos que hay otra vez acumulado más cerumen ya que se sigue eliminando desde el interior de los conductos auditivos.
Si nada más que nos limitamos a limpiar el acúmulo de cerumen del pabellón auricular nunca vamos a conseguir una buena limpieza de los oídos.
En ocasiones, debido a ciertas patologías, la producción de cerumen aumenta y el acúmulo, además del fuerte olor que emana del oído del perro, se hacen muy notorios. Este es el caso de procesos tales como: otitis de origen alérgico ( atopia, alergia alimentaria), parasitario (otodectes, demodecia auricular), presencia de infecciones primarias (raras) o secundarias (más habituales), presencia de cuerpos extraños, enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo, neoplasias, etc.
Como vemos, las causas de enfermedades de los oídos son muy variadas pero tiene algo en común: se inflama la pared del oído (otitis) y aumenta la secreción de las glándulas ceruminosas y puede haber más exudado debido al crecimiento de agentes patógenos (bacterias y levaduras). Cuando el oído se inflama aumenta la temperatura en el conducto y eso, junto a esa producción de cerumen, actúa como una estufa de cultivo que favorece el crecimiento de agentes microbianos que en condiciones normales están en muy escaso número pero que en estas circunstancias se multiplican con mucha facilidad.
Dependiendo del proceso que esté originando la inflamación del oído el tratamiento va ser distinto, pero algo que es MUY IMPORTANTE en el tratamiento de las otitis es la limpieza de los oídos, tanto para eliminar los exudados que en ellos se acumulan como para facilitar la acción de los tratamientos que en ellos se apliquen y para permitir la perfecta visualización del conducto hasta llegar a la membrana timpánica y así poder comprobar su integridad, ya que no es lo mismo una otitis externa que una afección que pueda englobar también al oído medio o al interno.
Antiguamente, para realizar la limpieza de oídos, se recurría al uso de los bastoncillos tal y como hacíamos las personas. A día de hoy no se recomienda, es más, se desaconseja por completo su uso debido a diversos motivos: por un lado, si hay grandes acúmulos de cerumen dentro de los conductos, podemos compactarlo formando tapones difíciles de extraer. Por otra parte, el conducto suele estar inflamado, a veces con la presencia de úlceras, con lo que resulta extremadamente doloroso para el perro el introducir un bastoncillo en el conducto auditivo. También existe la posibilidad de la presencia de un cuerpo extraño en el conducto ( son muy frecuentes las espigas de gramíneas) y al introducir el bastoncillo corremos el peligro de introducirlas aún más y, en el peor de los casos, llegar a perforar el tímpano.
Por todo esto se aconseja el uso de agentes limpiadores preparados a tal efecto. Los agentes limpiadores van a cumplir con la misión de disolver los acúmulos de cerumen y demás exudados y facilitar su expulsión al exterior. Además de esto también suelen tener un efecto calmante y secante sobre el conducto de manera que creen un ambiente inhóspito a los agentes infecciosos.
Agentes limpiadores para los oídos hay muchos pero, lo ideal, sería utilizar el que nos recomiende el veterinario que trate a nuestro perro pues, viendo la afección que padece y el estado en el que se encuentran los oídos, podrá preferir utilizar uno u otro. Esto es importante pues hay agentes limpiadores que NO se pueden utilizar en casos de perforación de la membrana timpánica ya que pueden ocasionar toxicidad que lleve, incluso, a la sordera.
Para administrar los agentes limpiadores debemos seguir las instrucciones que llevan los envases. Normalmente se aplica la cantidad señalada dentro del conducto auditivo, se aplica un masaje en esa zona del conducto, como queriendo abarcar todo el conducto hasta que se une a la cabeza ( esto lo veremos en el vídeo explicativo que subimos con el artículo). Tras esto el perro cabeceará debido a la molestia que le origina el tener líquido en los oídos y entonces procedemos a limpiar toda la suciedad que salga al exterior de los conductos. Recordad que NO debemos introducir bastoncillos dentro de los conductos para limpiarlos. Una vez que ya están limpios y hemos secado la zona del pabellón auricular y nacimiento del conducto auditivo, procedemos a aplicar el tratamiento específico para la enfermedad que padezca el oído ( antiparasitario, antibiótico, antiinflamatorio, etc.).
A veces, sobre todo en oídos muy afectados y procesos que cursan con gran dolor, es preciso realizar una primera limpieza en la clínica y para ello puede resultar preciso sedar al perro para poderla realizar con completa garantía y seguridad. No olvidemos que puede haber mucha suciedad en el conducto, que a su vez está muy inflamado, y tenemos que descartar la presencia de cuerpos extraños y valorar la integridad de la membrana timpánica. Una vez que hemos hecho esto ya se puede seguir con el tratamiento en casa aunque, en determinados casos, se precisan controles de limpieza en la clínica hasta que el proceso está más controlado.
Una vez resuelta la afección de los oídos, debemos instaurar, si no lo habíamos hecho ya, un tratamiento preventivo a base de limpiezas periódicas de los oídos de nuestro perro ( al menos cada dos o tres semanas) de manera que se conserven limpios y evitemos o, al menos lo intentemos, que vuelvan a aparecer nuevamente los problemas.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info