Es variada la sintomatología de este proceso pues, tal y como hemos visto, oscila desde un cambio en el sitio donde micciona el gato hasta llegar a la imposibilidad para hacerlo. Hay casos en los que nos llaman para consultar sobre un posible estreñimiento del gato (ya que la postura que adoptan para orinar y para defecar es similar) y estamos, en realidad, ante un caso de obstrucción uretral, por ejemplo.
Siempre que un gato muestre algún cambio en su pauta de eliminación debemos consultarlo ya que, a veces, no se trata de una enfermedad sino de un comportamiento de marcaje; puede deberse a un cuadro de ansiedad; puede deberse a que se ha cambiado el tipo de arena, etc.
Las causas más frecuentes de este síndrome son la cistitis intersticial idiopática, la presencia de cálculos vesicales, tapones uretrales, procesos infecciosos y neoplásicos. Como vemos, las causas pueden ser muy distintas y deberá hacerse un buen diagnóstico clínico para instaurar el tratamiento adecuado a cada caso.
Antiguamente se creía que se debía este proceso sobre todo a la formación de cálculos y a procesos infecciosos, pero actualmente se ve que esto no es así y que, incluso, es muy importante el factor psicológico en la aparición del cuadro. Se requiere un estudio de la orina y de las vias urinarias mediante radiología y ecografía para visualizar las estructuras (pared de la vejiga, luz vesical, uréteres y riñones) para localizar el origen del problema y así instaurar el tratamiento pertinente.
Según los casos se puede requerir el uso de la sedación o anestesia para poder proceder al sondaje del gato y así poder deshacer una posible obstrucción, que pone en peligro la vida del animal al provocar un fallo renal agudo, pero también sirve para poder obtener la muestra de orina y realizar los estudios de imagen.
Como decíamos, según la causa originaria del problema, el tratamiento puede requerir el uso de antibióticos, antiinflamatorios, espasmolíticos, ansiolíticos, dietas específicas para disolver cálculos, protectores de la mucosa vesical, etc. y siempre deben utilizarse los que nos recete nuestro veterinario.
Recordad que esta enfermedad puede ser una urgencia si se produce un taponamiento de la uretra ya que lleva al fallo renal agudo y una muerte rápida de nuestro gato si no se trata a tiempo. Ante cualquier cambio en los hábitos de eliminación de nuestro gato no debemos dejar de consultar a nuestro veterinario y poner remedio cuanto antes a una situación que, cuanto menos, es muy molesta para nuestro pequeño amigo.
Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info/tuveterinario