Mi gato tiene una dermatitis atópica. Esta enfermedad es, al igual que ocurre en perros, una de las causas más frecuentes de picor en los gatos.
Mi gato tiene una dermatitis atópica. Esta enfermedad, de frecuente presentación en nuestros gatos, es una de las causas de picor más importante en nuestros gatos.
Hay que tener en consideración una serie de cuestiones que la diferencian de la atopia en los perros. En primer lugar la definimos como una enfermedad alérgica de la piel de nuestros gatos cuyo síntoma principal es la presentación de inflamación y picor.
En el caso de los gatos no está clara la existencia de predisposición genética a padecer la enfermedad, tal y como ocurre en el caso de los perros. Tampoco parece que haya influencia del sexo del gato en la aparición de este proceso.
Lo que sí está comprobado es que es una enfermedad que suele manifestarse en edades jóvenes. Son los gatos de entre seis meses y tres años los que se encuentran más frecuentemente afectados por la atopia, no excluyendo por ello que pueda presentarse en animales de otras edades. En cuanto a la presentación estacional, algo que se aprecia fácilmente en el perro, sobre todo en los comienzos de la enfermedad, aquí no está tan claro.
¿Cómo podemos saber si nuestro gato padece esta enfermedad? La forma de sospechar la presencia de esta enfermedad será que nuestro gato, de entre seis meses a tres años de edad, presente un cuadro de picor. La intensidad del picor va a ser variable y, aveces, no la aprecia el dueño pues el gato es un animal muy reservado y puede ser que se rasque o se lama a escondidas. El dueño viene a la clínica porque a su gato se le cae mucho el pelo y lo que ocurre en realidad es que el mismo gato se lame y rompe los pelos, dando la imagen de una alopecia.
El picor puede ser más o menos localizado. Puede aparecer enrojecimiento de la piel, erosiones y costras debidas al autotraumatismo que se produce el gato al rascarse. Estas lesiones pueden presentarse en la cara, en las orejas, en el cuello y en otras localizaciones. La presencia de una dermatitis miliar ( aparición de pequeñas pápulas y costritas en esas zonas) es indicativa de esta enfermedad. Las alopecias autoinducidas suelen ser más frecuentes en abdomen, flancos y muslos.
Otra forma de presentación de esta enfermedad es lo que se conoce como complejo granuloma eosinofílico y así pueden presentarse lesiones inflamadas, muy eritematosas, pruríticas en forma de placas, cordones lineales ( caudal de muslos por ejemplo), úlcera labial, etc.
Una vez que acudimos a la clínica con nuestro gato, el veterinario le realizará su examen general y recopilará todos los datos posibles acerca de su edad, raza, hábitat, alimentación, inicio del problema, etc… ( una buena anamnesis). Tras esto se procederán a realizar pruebas complementarias para ir descartando otras causas de picor ( parásitos como sarna notoédrica, pulgas, cheyletiellas, etc.), dermatofitosis, etc.
En el caso del gato, la realización de los test para determinar los alergenos causantes del problema han dado unos resultados nada comparables al caso de los perros. Es por ello que aún no se utilizan rutinariamente los test intradérmicos ni los de sangre para valorar los alergenos causales del problema y poder utilizar la inmunoterapia específica (vacunas) para el tratamiento de la enfermedad.
El tratamiento de la enfermedad más utilizado es el uso de medicamentos antipruriginosos, donde destaca, por encima de todos, el uso de los corticoides, con sus distintas vías de administración y dosis dependiendo de cada caso en concreto y preferencias del veterinario.
Junto a los corticoides también tenemos en el arsenal terapéutico para esta enfermedad los ácidos grasos, antihistamínicos, ciclosporina, etc. y siempre va a ser nuestro veterinario el que nos prescriba la medicación más oportuna y valore, según la evolución de cada caso, las pautas y dosis a utilizar.
Tal y como comentamos en el caso de los perros, la dermatitis atópica no es una enfermedad que se cura sino que se trata. es un proceso crónico y va a requerir un control contínuo del caso por parte del propietario del gato afectado y un seguimiento periódico por parte de su veterinario.
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Por último, aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada), ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis consultar todas vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info