Mi gato tiene una hernia umbilical.
Mi gato tiene una hernia umbilical. Este tipo de hernia es de frecuente presentación en nuestros felinos.
Mi gato tiene una hernia umbilical. Sí, aunque muchas veces no nos damos cuenta de ello, nuestros gatos también tienen ombligo. Aquellos que han tenido la fortuna de ver parir a su gatita, habrá visto que los gatitos están unidos a la placenta por el cordón umbilical y, normalmente, es la gata quien lo corta con la boca.
Durante la gestación es a través del ombligo por donde pasan los vasos sanguíneos y el conducto vitelino,importantísimos para la nutrición y oxigenación del feto en formación. Cuando la gata pare y corta el cordón umbilical, estas estructuras se rompen y la abertura por donde pasan se cierran de forma rápida.
Cuando la apertura umbilical no se cierra rápido o lo hace de forma defectuosa, queda una apertura que comunica con la cavidad abdominal a través de la pared de la misma y es lo que se conoce como anillo herniario. Según el tamaño que tenga dicho anillo, puede herniarse grasa, omento o asas de intestino en mayor o menor medida.
La hernia umbilical es una hernia congénita, es decir, que se presenta en el momento del nacimiento. Parece que hay una base genética en la presentación de estas hernias y en el que están implicados diversos genes. Hay estudios donde se ha visto que hay familias de gatos de una raza en concreto donde hay una alta incidencia de presentación de este defecto. Otra teoría habla de que puede deberse al hecho de cortar el cordón umbilical de forma incorrecta, aunque parece menos probable.
¿Cómo sabemos que nuestro gato tiene una hernia umbilical? Muchas veces es en las primeras visitas a la clínica cuando el veterinario le dice al propietario que su gatito tiene una hernia umbilical. Cuando son pequeñitas y, sobre todo en razas de pelo largo, es más difícil apreciarlas. A veces las hernias están abiertas y entra y sale contenido abdominal, pero en muy poca cantidad y cuesta notarlo si no sabemos buscar. En otras ocasiones pasa un poco de grasa abdominal y luego se cierra el anillo herniario y la grasa queda atrapada originando un pequeño abultamiento duro en la zona del ombligo, como un garbanzo, y no tiene la menor importancia.
Cuando el anillo herniario es más grande es más fácil de apreciar pues se ve un abultamiento blando, que fluctúa de tamaño dependiendo del contenido que haya y que ya hemos dicho que podía consistir en grasa, omento o trozos de intestino. A veces es tan grande el anillo que puede entrar en el contenido vísceras tales como hígado o bazo.
Cuando el propietario nota un abultamiento en esa zona debe acudir a su veterinario para que realiza la exploración de la misma. Las hernias pequeñas normalmente no darán problemas cuando se cierran atrapando un poco de grasa pero ya comentamos en el primer artículo dedicado a las hernias que existe el riesgo de atrapamiento y estrangulación de algún órgano, originando lo que se conoce por hernia estrangulada, que puede poner en riesgo la vida de nuestro gato.
En el caso de las hembras, sobre todo si son grandes y el anillo herniario también, tienen un riesgo añadido y es el de la gestación. El aumento de la presión en la cavidad abdominal en la hembra gestante puede facilitar el paso de contenido hacia el saco herniario e, incluso, puede pasar parte de la matriz, aunque esto es más frecuente en la hernia inguinal, y originar graves problemas que requieren de cirugía urgente para su resolución.
El tratamiento de las hernias umbilicales es de tipo quirúrgico para reintroducir el contenido herniado en la cavidad abdominal y cerrar el anillo herniario para evitar que se vuelva a salir dicho contenido. Si se ha producido el atrapamiento y estrangulamiento de alguna víscera la cirugía puede también requerir la extirpación del órgano o parte del órgano afectado ya que está en peligro la vida de nuestro gato.
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Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info