Mi perro arrastra la zona anal.

Mi perro arrastra la zona anal.

Mi perro arrastra la zona anal. Las molestias en la zona anal son muy frecuentes en nuestros perros.

Mi perro arrastra la zona anal. Son muchos los propietarios de perros que vienen a la clínica buscando un antiparasitario interno debido a que piensan que su perro tiene parásitos ya que arrastra mucho la región anal.

El picor o la molestia en la zona anal es muy frecuente en nuestros perros y puede tener diversos orígenes. Podemos citar como causas de esa molestia la irritación de la zona debida a un proceso de diarrea; prurito debido a una alergia alimentaria, la inflamación y/o infección de los sacos anales ( saculitis anal); la impactación de los sacos anales; inflamación de las glándulas circunanales; neoplasia de los sacos anales; neoplasia de las glándulas circunanales; fístulas anales; presencia de parásitos intestinales emergiendo por el ano.

Como vemos son muchas las causas de molestia o picor de la zona anal y, en nuestra experiencia, la presencia de parásitos intestinales como causa de esa molestia o picor es mínima, debiendo buscar el origen de esa molestia en otra causa.

Cuando el perro tiene picor o molestias en la zona anal vamos a ver que arrastra mucho la zona por el suelo. A veces coincide con que acaba de defecar y la gente cree que se está limpiando cuando lo que en realidad hace es rascarse. Se lame con insistencia la zona afectada y se nota húmeda y enrojecida, pudiendo llegar a presentarse una dermatitis húmeda aguda de la que ya hemos hablado en otro artículo. El perro también suele llevar el rabo agachado y no permite que se explore la zona debido a la dolor que siente. En ocasiones podemos ver la presencia de sangre debido a la aparición de una fístula de un saco anal o por lesiones debidas al rascado.

Al acudir a la clínica cuando nuestro perro padece esta sintomatología el veterinario procede a realizar un examen general, una toma de datos y, al final del todo, la exploración de la zona anal. Debemos tener en cuenta que se hace al final para evitar que el perro se ponga demasiado nervioso o agresivo al tocar la zona dolorida. Tanto es así que, en algunas ocasiones, debemos proceder a tranquilizar al perro para poder realizar una buena exploración y, si es preciso, realizar la cura de las lesiones que haya.

Dependiendo de la causa del picor o de la molestia habrá que realizar un buen diagnóstico. A veces está claro cuál es el problema pero en otras ocasiones hay que recurrir a realizar pruebas complementarias tales como citologías, biopsias, analíticas, etc.

Una vez alcanzado el diagnóstico se procede a instaurar tratamiento, que será el pertinente para tratar la causa del problema y solucionar también su síntoma más claro, el picor o molestia. Para ello habrá que recurrir al uso de antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, drenaje del saco o sacos afectados, quimioterapia o cirugía para neoplasias, etc.

La inflamación y la impactación de los sacos anales, conjuntos glandulares que se sitúan a ambos lados del ano, son procesos frecuentes y hay perros en los que se dan periódicamente y es por ello que en estos casos, y sólo en estos, se deba realizar el vaciado de estos sacos anales con frecuencia para evitar que den problemas. En el caso de los perros que no tengan este problema no aconsejamos realizar esto de forma habitual ya que, en ocasiones y, si no se realiza correctamente, se pueden dañar esas estructuras y ser nosotros la causa del problema.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas y donde podéis consultar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info