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Mi perro o mi gato tienen los ojos enrojecidos.

Cuántas veces no me han llamado o me han visitado en la clínica debido a que un perro o un gato tenían uno o los dos ojos irritados. Esto es lo que se conoce como «ojo rojo». Cuando la consulta es telefónica y nos preguntan qué se le puede poner en el ojo a nuestro animalito, siempre contestamos que debemos verlo, y ahora explico el por qué.

Cuando un ojo está enrojecido, el problema puede ser muy leve, tal como es el caso de una pequeña irritación por el frotado con una patita debido a que ha entrado un poco de suciedad en el ojo. Pero también nos podemos encontrar con el caso de un glaucoma agudo ( aumento de la presión intraocular grande y brusco) que puede llevar muy rápido a la pérdida permanente de la visión del ojo afectado. Como vemos, las dos causas del enrojecimiento del ojo son muy distintas tanto por el origen del proceso como por su evolución, lo que también lleva aparejado un tratamiento distinto para cada caso.

Cuando nuestro perro o gato les apreciamos un enrojecimiento o una molestia ocular, cosa que podemos apreciar porque el animal se frota el ojo afectado con su patita, lo primero que debemos hacer es explorar ese ojo para ver si apreciamos algo extraño, como puede ser una espiguita, un granito de arena, pelos, etc. Pero también debemos fijarnos si notamos algún otro cambio en la apariencia del ojo, como puede ser que lo veamos blanquecino o azulado en la superficie que debiera ser transparente (córnea) y que puede deberse a la presencia de una heridita (úlcera corneal), que si no se trata a tiempo puede llevar a una perforación del globo ocular.

Las causas de la presentación de un ojo rojo pueden ser muchas. Así podemos nombrar afecciones del aparato lacrimal como es la queratocojuntivitis seca; lesiones corneales debido a cuerpos extraños o la presencia de pestañas en sitios u orientaciones anormales; afecciones dela conjuntiva como es el caso de conjuntivitis folicular: procesos inflamatorios de tipo inmune como es el pannus; procesos inflamatorios en el interior del ojo (uveiítis); etc.

Hay una enfermedad que es muy característica de algunas razas, como es el caso de los Cocker, los Basset hound entre otras y es el proceso conocido como» ojo de cereza» y en estos casos apreciamos como una bolita más o menos grande y más o menos enrojecida en el ángulo más cercano a la nariz en uno o en ambos ojos. Se trata de la glándula lacrimal del tercer párpado ( eso que muchos llaman la telita del ojo) que se inflama y sale de su posición habitual quedando expuesta al exterior. En estos casos la resolución es quirúrgica, reposicionando la glándula en su sitio para evitar que origine otras complicaciones.

Todas estas alteraciones y muchas más que no he nombrado no se pueden diagnosticar sin un completo examen tanto de los ojos como de nuestro animal, pues no olvidemos que hay enfermedades que pueden dar sintomatología ocular sin ser primariamente afecciones oculares (leishmaniosis).

Ante un ojo rojo debemos consultar rápidamente con nuestro veterinario y, según lo que le contemos, él nos podrá orientar sobre lo que hacer en cada caso concreto mientras podemos llevar a nuestra mascota a la clínica, pero, recordad siempre, que es muy importante que el proceso sea diagnosticado y tratado correctamente para que la visión de nuestro animal no quede afectada.

NUNCA, repito, NUNCA utilicemos un colirio sin que nos haya sido recetado por un especialista veterinario pues, a menudo, el que sirve para un proceso no sirve para otro y, además, está contraindicado.

Manuel Olivares, veterinario de la Clínica OLIVARES y de tuveterinario.info/tuveterinario

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