Mi perro se muerde el rabo.
Mi perro se muerde el rabo. La automutilación del rabo es un problema bastante frecuente y puede ser difícil de tratar.
Mi perro tiene se muerde el rabo. Nuestros perros se producen heridas de forma bastante habitual. Las localizaciones de esas heridas son muy variadas pero hay una en particular, el rabo, que suele ser bastante fastidiosa a la hora de tratarla.
Nuestros perros se pueden producir heridas por muchos motivos: arañazos por plantas espinosas, cortes por cristales o latas, mordeduras de otros perros, caídas desde cierta altura o por terrenos empinados, disparos de armas de fuego, etc.
Según sea la causa de la herida, la localización, la extensión y la profundidad, así será el tratamiento que requiere la curación de esa herida. En ocasiones basta con desinfectar la zona y protegerla y en otras ocasiones se requiere tratamiento quirúrgico.
De las heridas que pueden presentarse en el rabo hoy vamos a tratar específicamente las producidas por el propio perro al mordisquearse esa zona.
La persecución del rabo y su mordisqueo es algo que muchos habréis visto tanto en directo como en muchos vídeos que circulan por las redes y que tanta gracia hacen cuando no pensamos que el perro protagonista del vídeo tiene un serio problema.
El perseguir y morder al rabo es un problema de tipo comportamental en el que el perro sufre un trastorno de tipo compulsivo como consecuencia de estados de ansiedad, estrés o por aburrimiento. Esos estados llevan a que el perro dirija su atención a su rabo y perseguirlo y morderlo llegando a provocar graves lesiones.
El tratamiento de este problema es, por tanto, un tratamiento de modificación de comportamiento y en la mayoría de las ocasiones hay que complementarlo con tratamiento médico de forma que se controlen esos estados de estrés o ansiedad que sufre el perro.
Se debe enriquecer su ambiente para reducir el estado de aburrimiento. El perro debe salir y hacer ejercicio e interactuar con otros perros y personas y se debe dirigir la atención hacia una actividad beneficiosa para el perro y que haga que no se centre en el rabo, premiando este nuevo comportamiento.
Junto a esto, ni que decir tiene que habrá que curar las lesiones que se haya podido producir en el rabo al morderlo y que esto conllevará limpiar y desinfectar la zona, poner tratamiento antiinflamatorio y antibiótico si es preciso y evitar que el perro se lama la zona afectada recurriendo al uso de un collar isabelino mientras cura la herida.
En ocasiones las lesiones son tan importantes que pueden requerir la cirugía con la amputación quirúrgica de la parte de rabo afectada y que no pueda curar de otra forma.
Recordad que el tratamiento quirúrgico se utiliza sólo cuando es necesario y no debe hacerse si no es preciso. En estos casos no estamos hablando de cortar el rabo a un perro por motivos estéticos, práctica que gracias a Dios ya no se realiza en nuestras clínicas, sino que estamos hablando de un tratamiento para una herida que no tiene otra solución.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info