A mi perra le sale una bola por la vulva. Este problema, conocido como hiperplasia vaginal, es bastante frecuente en perras enteras.
A mi perra le sale una bola por la vulva. Esta es la forma que tienen los propietarios de preguntarnos cuando ven este fenómeno en sus perras. Se trata de un proceso conocido por hiperplasia vaginal y es relativamente frecuente en las perras enteras.
En algunas perras, cuando aumenta la producción estrogénica durante el celo, se produce este fenómeno. Se debe a que hay un aumento del tejido de la vagina ventral, estimulado por los estrógenos, y en muchas ocasiones se produce su salida al exterior a través de la vulva.
Su forma más frecuente de presentación es con la apariencia de una masa redondeada a ovalada sujeta por un pedículo al interior de la vagina. Es como el fruto conocido por alcaparra pero en vez de ser verde es de color rosado, aunque puede tornar al rojo o al morado dependiendo de las circunstancias.
El tamaño de esa masa es variable y hay hiperplasias muy pequeñas, como una canica, y otras que pueden tener el tamaño de un huevo de gallina. Como ya hemos comentado antes, su aparición se debe a la acción de los estrógenos y por ello, cuando estos comienzan a descender, la hiperplasia regresa y desaparece.
En ocasiones la masa, al no poder reintroducirse en la vagina, sufre roces, se resaca por la acción del aire y puede sufrir ulceraciones y erosiones que producen sangrado, algo que siempre asusta a sus propietarios.
Cuando aparece la hiperplasia se puede usar un tratamiento conservador y es mantener ese crecimiento limpio aplicando suero fisiológico o betadine vaginal y después aplicar varias veces al día vaselina estéril para que no se reseque. Poco a poco irá involucionando hasta desaparecer.
En ocasiones, el pedículo es muy estrecho y al final se corta el riego sanguíneo a la masa y se desprende por sí sola sin originar ningún problema.
Cuando la hiperplasia es grande o se ulcera, en ocasiones hay que recurrir a la extirpación quirúrgica. El uso de productos hormonales está ahí pero muchos no somos partidarios de su utilización por el potencial riesgo de presentación de otras complicaciones derivadas de la acción de los mismos. Se recomienda entonces su extirpación quirúrgica, cirugía que no suele ser complicada y tiene muy buen resultado.
Este proceso puede recidivar, es decir, volver a aparecer cuando se presente un nuevo celo. Por ello, la única forma de prevenir su aparición es la esterilización de la perra pues, al no haber influjo hormonal, no habrá estimulación para el crecimiento excesivo de la mucosa vaginal.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info