La prevención y el tratamiento de muchas afecciones de nuestras mascotas
puede requerir de la cirugía para la resolución del problema.

La esterilización de machos y hembras que eviten celos, camadas no deseadas o ciertas enfermedades del aparato reproductor; las fracturas óseas, la extracción de cuerpos extraños en tubo digestivo; la extracción de cálculos de vías urinarias; la extirpación de tumores operables; etc.

Muchas enfermedades, como decíamos al principio, van a requerir el uso de la cirugía
y la Clínica está también equipada para su realización en las mejores condiciones.

En el caso de patologías muy específicas y que requieran de equipamientos altamente especializados, tenemos contacto con centros donde se podrán realizar dichas intervenciones con todas las garantías que nosotros mismos les ofrecemos.

Cada caso clínico, cada animal es un caso único y como tal será tratado en nuestro centro a la hora de preparar una intervención quirúrgica. Tanto los estudios preoperatorios previos a la cirugía como el tipo de analgesia/anestesia a utilizar siempre dependerán del estado de cada animal por lo que no podemos hablar aquí del uso de un tipo en concreto de anestesia.

Hay diversos tipos de anestesia y hay quien publicita la preponderancia de un tipo sobre otro pero, lo que sí se tiene que saber, es que lo importante no es el tipo de anestesia empleado en las intervenciones quirúrgicas sino la cualificación que tenga el anestesista.

Podemos poner un ejemplo para esto: ¿Quién conduce con mejores garantías: un novato con un F-1 o un piloto experimentado con un coche normal?

Siempre que hablamos en la Clínica con un propietario sobre la necesidad de intervenir a un animal ( tanto para una limpieza de boca como para una torsión de estómago) el propietario muestra un cierto temor a la anestesia. Nosotros queremos decirles que a la anestesia hay que respetarla pero nunca temerla. Por supuesto que anestesiar a un animal, igual que a una persona, entraña un riesgo, pero con los medios que actualmente existen, ese riesgo se minimiza mucho y compensa mucho más el beneficio obtenido por una intervención que el riesgo sufrido debido a ella.