Prevención frente a la leishmaniosis canina. Llega la época más peligrosa del año para que nuestros perros puedan contraer esta grave enfermedad.
Prevención frente a la leishmaniosis canina. Ya llega la primavera y con ella suben las temperaturas. Empieza una de las épocas más peligrosas del año para que nuestros perros puedan contraer esta grave enfermedad.
No nos cansaremos de escribir sobre el tema ni de recordaros los peligros que entraña esta enfermedad, la leishamniosis, tanto para nuestros perros como para los seres humanos.
En esta época del año las mosquitas transmisoras de esta enfermedad encuentran unas temperaturas y condiciones de humedad adecuadas para su proliferación y, claro, para poder reproducirse necesitan alimentarse. ¿Cuál es el manjar exquisito que precisan las hembras de mosquita para poder realizar sus puestas de huevos? Pues la sangre de nuestros queridos perros.
Cuando una mosquita de flebotomo se alimenta de un perro que tiene leishmanias circulando en su torrente sanguíneo, ingiere esas formas parasitarias las cuales, tras pasar un periodo de muda en el tubo digestivo de la mosquita, se dirigen a las glándulas salivales de la mosquita y pasan al torrente circulatorio de otro perro cuando la mosquita le pica para alimentarse.
A día de hoy, en zonas endémicas de leishmaniosis, vemos más casos de esta enfermedad que, por ejemplo, de moquillo canino. Si esto es así, ¿por qué no protegemos a nuestros perros frente a la leishmaniosis y sí lo hacemos frente al moquillo?
Quizás sea un problema nuestro, de los veterinarios, que no hemos conseguido llegar a explicar bien a quien nos visita la importancia que tiene la vacunación o el uso de medicamentos preventivos junto con el uso de productos que protegen frente a la picadura de la mosquita.
Debemos concienciarnos de la gravedad de esta enfermedad, tanto en el caso de nuestros perros como en el de los seres humanos. La enfermedad puede causar graves afecciones en los perros tales como afecciones articulares (originan dolor y cojeras), renales (insuficiencia renal crónica, que es la principal causa de muerte por esta enfermedad), oculares (ceguera), dermatológicas, etc.
Ciertamente la vacunación frente a la leishmaniosis puede parecer en un principio más engorrosa que otras vacunas pues requiere tomar una pequeña muestra de sangre que nos haga saber si el perro ha tenido contacto con el parásito ( tenemos que saber que muchos perros habrán tenido contacto con el parásito pero su sistema defensivo lo ha eliminado) y, en caso negativo, proceder a su vacunación con tres dosis de vacuna separadas tres semanas cada una. A partir de ahí la revacunación será anual.
Pero hay quien no puede vacunar a su perro por diversos motivos ( económicos, antecedentes de alergia a las vacunas, etc.). En estos casos podemos proceder realizando la toma de la muestra de sangre igual que en el caso de la vacuna y, si no ha habido contacto con el parásito, podemos recurrir a utilizar un medicamento que tiene efecto preventivo frente a la enfermedad y con resultados excelentes. Es más engorroso que la vacunación pues hay que darlo durante un mes seguido repitiendo la toma de un mes con tres meses de descanso.
Junto a esto debemos utilizar los medios protectores de que disponemos para evitar la picadura de la mosquita. Así podemos utilizar los collares o las pipetas que tienen indicación para tal fin.
RECORDAD que la vacunación o el uso de medicamentos preventivos sirven para proteger frente al desarrollo de la enfermedad, es decir, no protegen frente a la picadura del flebotomo. Los collares y pipetas protegen frente a la picadura del flebotomo. Es por ello que debemos utilizar los dos medios de lucha frente a la leishmaniosis: la protección frente a la picadura del flebotomo y la vacunación para evitar el desarrollo de la enfermedad si pica algún flebotomo infestado.
Son dos medios complementarios. El uso de un producto protector no excluye la vacunación. Usando ambos métodos nos acercamos más a un grado de protección del 100% frente a la leishmaniosis.
No lo dudéis ni un momento. A la pregunta de ¿qué es mejor para la leishamniosis, el collar o la vacuna? siempre contestamos que… hay que utilizar SIEMPRE los dos.
Consultad con vuestro veterinario. Pedidle que os explique bien en qué consiste la protección integral frente a la leishmaniosis y proceded a realizarla cuanto antes pues así evitaréis el peligro de que vuestro perro contraiga esta grave enfermedad. Estamos empezando la época de riesgo y no es aconsejable dejar más tiempo desprotegidos a nuestros queridos compañeros.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis resolver todas vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info