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Problemas durante el parto en la perra.

Problemas durante el parto en la perra. Es algo que puede aparecer en esta fase y a lo que debemos prestar atención.

Problemas durante el parto en la perra. Cuando la gestación llegaba a término, se iniciaba el parto. Ya habíamos comentado en el artículo dedicado al parto los síntomas que podíamos apreciar en nuestra perra y que nos anunciaban la inminencia del alumbramiento. Así citábamos que se apreciaba un aumento del tamaño vulvar; la aparición de una descarga mucosa indicativa del desprendimiento del tapón de la matriz; bajada de la temperatura corporal sobre unas doce horas antes del inicio del parto; aparece intranquilidad y jadeos; la perra empieza a preparar el nido; aparecen las primeras contracciones.

Cuando ya tenemos constancia de que se ha iniciado el parto, hay que tener presente que no debemos dejar pasar un periodo superior a las dos horas desde el inicio de las contracciones sin que se produzca la salida de ningún cachorrito. También hay que estar atentos a la coloración de los fluidos que salen por la vulva ya que nos orientan a l desprendimiento de la placenta y, si no se produce expulsión de ningún cachorro, puede indicar una distocia ( problemas para parir sin ayuda).

Si dejamos pasar mucho tiempo sin que se produzca la salida de cachorros, puede haber problemas en el parto (parto distócico), se originará sufrimiento y posible muerte fetal y, junto a ello, se puede poner en peligro la vida de los demás fetos y, también, de la madre.

Causas de problemas en el parto ( distocias) hay variadas y pueden deberse a problemas en la perra, tales como que haya alguna anomalía en la configuración del aparato reproductor; malformaciones congénitas o adquiridas en el canal del parto ( fracturas pélvicas, por ejemplo, que estrechen dicho canal); problemas en la matriz (torsión o rotura, por ejemplo); enfermedades sistémicas que afecten a la perra y puedan complicar el parto ( endocrinas, metabólicas, etc.); problemas comportamentales ( perras muy nerviosas, sobre todo si son primerizas); problemas en la motilidad de la matriz; etc.

Hay otros problemas que ya no dependen de la perra sino de los fetos, entre los que podemos citar el tamaño de los fetos, sobre todo cuando es un feto único; problemas en la relación diámetro craneal-canal del parto; posicionamiento anormal en el canal del parto; anomalías en el desarrollo fetal que originen la obstrucción del canal del parto; etc. En este caso de las anomalías del desarrollo fetal es MUY IMPORTANTE volver a incidir, tal y como hicimos cuando tratamos con los gatos, en que el uso de medicamentos en la gestación SÓLO debe hacerse bajo prescripción de vuestro veterinario de confianza, quien, sabiendo el estado en el que se encuentra vuestra perra y siempre que lo considere indispensable, os recetará los medicamentos precisos y que menos riesgo tengan para los fetos y, por añadidura, para la madre. Recordad que un parto distócico conlleva peligro tanto para los fetos como para la madre.

Es por todo esto que he mencionado arriba por lo que siempre aconsejamos que vuestro veterinario sea el que controle toda la fase reproductiva de vuestra perra. Desde la monta debe estar al tanto para poder hacer un seguimiento sobre el desarrollo de la gestación;  orientar el número de fetos que hay y que deben salir al exterior; evitar uso de ciertos medicamentos; controlar la alimentación de la perra gestante, su desparasitación y vacunaciones pertinentes; orientar sobre la fecha del parto y, también, estar pendiente de cuándo se inicia el parto para dar las instrucciones y recomendaciones precisas para que llegue a término sin complicaciones.

Al igual que dijimos en el caso de la gata, en el parto de nuestra perra lo ideal sería que actuásemos como meros espectadores y que sea la perra quien realice su trabajo sin interferencias por nuestra parte,  pero siempre estando al tanto por si surge cualquier complicación.

En caso de que haya algún problema, será el veterinario quien estudie qué es lo que ocurre. Se explora a la perra, se explora el canal del parto para ver si hay algún problema en el canal o que algún feto venga en mala posición. A veces con la cuidadosa manipulación se puede conseguir extraer el feto que está «taponando» la salida al resto de la camada, pero otras veces, sobre todo si se confirma que se presenta sufrimiento fetal y no puede extraerse el feto manualmente, debe recurrirse a realizar una cesárea.

La cesárea es una intervención que puede realizarse debido a diversos motivos y a la que no hay que tener miedo pero, SIEMPRE, respeto, como a cualquier intervención quirúrgica que se realice en nuestros animales. Si nuestra perra requiere ayuda para el parto, es posible que tengamos que actuar como matronas perrunas para retirar restos, cortar el cordón umbilical ( a unos dos centímetros de distancia y previo anudado con hilo limpio) y aspirar las secreciones que puedan estar obstruyendo vías aéreas (cosa que podemos realizar con la ayuda de una pera de goma). Lo ideal es que todo esto, si hay que hacerlo, sea bajo supervisión de nuestro veterinario.

Más información sobre este tema

Queremos recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en la página de la Clínica (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas y donde podremos solucionar las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

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