¿Cómo se soluciona una fractura de hueso en perros? Ya hablamos acerca de las fracturas de huesos en nuestros perros y hoy os comentamos algo acerca de cómo se reparan.
¿Cómo se soluciona una fractura de hueso en perros?
En el artículo y vídeo anteriores os hablamos un poco acerca de las fracturas que se pueden producir en nuestros perros y qué hacer ante ellas. Hoy os comentamos qué soluciones definitivas pueden tener esas fracturas.
Cuando hablamos de fracturas de huesos en perros, muchos pensamos directamente en las fracturas que se producen en sus extremidades. Ciertamente suelen ser las fracturas más frecuentes pero no debemos olvidar que nuestros perros tienen muchos más huesos que pueden sufrir traumatismos ( fracturas costales, espinales, mandibulares, maxilares, orbitales, etc.).
Tampoco debemos olvidar que hay fracturas muy aparatosas que no suponen riesgo para la vida de nuestros perros (aunque sí puedan suponerla para la funcionalidad de la zona afectada) y otras fracturas no son nada aparentes pero sí muy peligrosas ( por ejemplo una fractura costal que pueda provocar perforación pulmonar).
Cuando acudimos al veterinario con nuestro perro y se diagnostica una fractura, será el veterinario el que nos recomiende el tipo de tratamiento que se debe emplear para la mejor resolución de esa fractura.
Ante una fractura ósea, y siempre dependiendo del o de los huesos afectados, habrá que recurrir a colocar los fragmentos de forma que queden bien enfrentados y habrá que evitar que esos fragmentos se movilicen mientras se cura la zona afectada. Para ello el veterinario nos informará de qué técnica es la que se debe utilizar para tal fin.
Se puede recurrir a diversas técnicas para la resolución de las fracturas usando desde una inmovilización externa tipo escayola hasta técnicas de cirugía abierta con la utilización de placas, tornillos, etc.
Cuando se repara una fractura, el traumatólogo utiliza la técnica que considera más adecuada para cada caso en concreto. Muchos de vosotros, cuando vuestro perro sufre una fractura y os dicen que hay que intervenirlo, contactáis con nosotros para saber si es lo indicado o si hay otra forma de solucionar esa fractura.
Uno de los problemas con los que nos enfrentamos los veterinarios al reparar una fractura es que nuestros queridos perros a veces no cooperan para ayudar a solucionar esa fractura. Hay casos en los que con una inmovilización externa se solucionaría fácilmente el problema pero ocurre que a nuestro querido compañero, le da por probar ese día si es capaz de saltar de una cama al suelo o desde una tapia, o echar una carrerita con los amigos, etc. y esos huesos que estaban bien enfrentados se movilizan y dan al traste con la reparación.
Es por esto que en muchas ocasiones se plantea la resolución de las fracturas de forma quirúrgica. La traumatología veterinaria está muy avanzada y las técnicas y materiales están a la última, lo que también implica, desgraciadamente, que el coste de estas cirugías sea más elevado que el de otras a las que estamos más acostumbrados ( esterilizaciones, limpiezas de boca, etc.).
Como decía antes, las técnicas de resolución de fracturas van a ser variadas y va a ser el veterinario traumatólogo quien determine qué técnica es la más aconsejada para el caso en concreto de nuestro perro. En ocasiones el propietario, por el motivo que sea, no puede asumir el coste de la cirugía y controles que necesita el perro cuando tiene alguna fractura. Si este es el caso y no hay posibilidad de intervenir al perro, al menos debemos intentar enfrentar los fragmentos lo mejor que se pueda y realizar una inmovilización externa intentando que el hueso pueda consolidar y que el perro pueda mantener la funcionalidad de la zona lo mejor posible.
En ocasiones, pocas desgraciadamente, se consigue una buena funcionalidad pero en la mayoría de las ocasiones no. Hay casos como son las fracturas de húmero y de fémur en los que se requiere la cirugía pues,debido a la gran masa muscular que hay en la zona, es muy difícil enfrentar los fragmentos óseos y mantenerlos, si se consigue, en esa posición hasta que se repare el hueso. En otras ocasiones, tales como son las fracturas en dedos o en huesos largos tales como la tibia-peroné o el cúbito-radio, es posible que con una férula especial se consiga que los fragmentos queden bien alineados y haya una buena consolidación de la fractura sin recurrir a la cirugía.
Una vez que se ha reparado la fractura con el procedimiento que hay elegido el traumatólogo no significa que ya esté todo solucionado. Tras la reparación hay que llevar un seguimiento de la evolución de la consolidación de la fractura para evitar que haya ningún contratiempo que provoque una mala consolidación y el fracaso de la reparación. Esto conlleva visitas al veterinario y un control radiológico de la fractura hasta que el veterinario considere que puede dar de alta a nuestro perro. Esto puede demorar de uno a varios meses, siempre dependiendo de cada caso en concreto y es algo que debemos tener en cuenta para que no nos pille por sorpresa.
Como resumen podemos decir que, dependiendo del tipo de fractura y de cada animal en concreto, será el traumatólogo veterinario el que indique el tipo de tratamiento a emplear para la resolución de la fractura y que, cuanto mejor es el alineamiento de los fragmentos, mayor posibilidad de que la fractura consolide perfectamente, lo que suele conseguirse mediante el empleo de técnicas quirúrgicas.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info