¿Tengo que pelar a mi gato? En el caso de los gatos los pelados no suelen estar tan ligados a la llegada del calor como es el caso de los perros.
¿Tengo que pelar a mi gato? Cuando llega el buen tiempo muchos propietarios se deciden a pelar a sus perros pues consideran que así van a pasar menos calor. En el caso de los gatos, al ser animales que normalmente viven en el interior de los hogares, este hábito no es tan marcado.
Como ya dijimos en el caso de los perros, el pelo cumple una función esencial para el organismo. El pelo va a formar una capa aislante por la que circula el aire y con ello realiza una función termoreguladora que protege a los gatos tanto del calor como del frío.
Ya sabemos que los gatos tienen unos hábitos de limpieza completamente distintos a los de los perros. Cuando los gatos se lamen sus patas y luego pasan estas por otras partes corporales, además de limpiar, cuando llega el calor esto también tiene una función refrigerante. Todos habremos notado que si nos mojamos el pelo o la ropa y nos da aire en esa zona húmeda notamos fresco. Pues esa misma sensación sienten nuestros mininos cuando humedecen alguna parte corporal.
Además de esta función termoreguladora, el pelo también va a proteger la piel de lesiones debidas a las radiaciones solares (quemaduras) o traumatismos tales como quemaduras por sustancias que caigan encima del gato, arañazos por plantas, alambradas, peleas, etc.
Para que el pelo cumpla esta función debe estar en perfectas condiciones de salud y suelto, sin nudos, ya que estos evitan la buena circulación del aire e impiden la función temoreguladora.
¿Tengo que pelar a mi gato? NO es necesario si el estado del pelo es el adecuado. Para ello es imprescindible una buena atención del mismo con cepillados frecuentes que lo mantengan suelto, libre de nudos y sin exceso de pelo muerto durante las épocas de muda.
Recordad que cuando un gato está mudando el pelo, si lo pelamos lo único que conseguimos es que el pelo que se cae sea más corto pero que el pelo muerto se seguirá cayendo. Con el cepillado frecuente arrastramos el pelo muerto y esto ayuda a evitar que´al asearse el gato, ingiera mucho pelo y puedan formarse las conocidas bolas de pelo.
Cuando se producen nudos en el pelo y no se pueden deshacer; cuando el pelo se llena de alguna sustancia pegajosa o se enredan en él determinadas plantas; Cuando el gato sea de difícil manejo y no podamos cepillarlo para evitar los enredos o estos se localicen en alguna zona zona particular como es el caso de abdomen o, en gatos obesos que no llegan a ciertas zonas corporales para asearse; como parte de un tratamiento contra procesos infecciosos (como los hongos) o parasitarios (sarna), sí que es aconsejable pelar esas zonas o al gato entero.
Tal y como dijimos en el caso de los perros, lo ideal es dejar el pelo con una cierta longitud que permita que realice sus funciones, sobre todo en gatos de piel clara y que tengan acceso al exterior.
Los gatos suelen ser más difíciles de manejar que los perros a la hora de realizar las labores de peluquería y, en determinadas ocasiones, requieren del uso de sedación para mayor seguridad del gato y de quien lo pela. Podemos pelarlos nosotros pero suelen ser los peluqueros, y más si se dedican a esta especie en concreto, los que están mejor adecuados para realizar estas funciones tanto por su preparación como por los medios con los que cuentan.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info