Mi gato está resfriado.

Mi gato está resfriado. Los procesos respiratorios de vías altas en nuestros gatos son tan frecuentes como los resfriados que padecen nuestros perros o nosotros mismos.

Mi gato está resfriado. Los procesos respiratorios que afectan a las vías altas de nuestros gatos son muy frecuentes. Los de tipo infecciosos suelen deberse a distintos virus pero hay que tener presente que esos procesos respiratorios pueden tener otras causas distintas.

Muchos de los que tenéis gatos habréis podido apreciar alguna vez que vuestro gato estornuda, tose, lagrimea o tiene mocos. Sí, podemos estar ante un resfriado, algo que es muy habitual en nuestros gatos. Suelen resultar procesos leves aunque no por ello debemos descuidarlos ya que, en ocasiones, pueden complicarse.

Como decíamos más arriba estos procesos respiratorios de vías altas suelen deberse a infecciones víricas originadas por calicivirus o por herpesvirus. Estas son enfermedades muy habituales y es muy frecuente que las veamos en gatitos muy pequeños, sobre todo aquellos que provienen de la calle, refugios o protectoras ya que, ante una mayor concentración de gatos, y más si se encuentran estresados, hay mayor transmisión de estos agentes víricos.

Según sea el virus se pueden presentar síntomas tales como fiebre, apatía, letargia, pérdida o falta de apetito, tos, estornudos, lagrimeo, legañas, descarga acuosa o mucosa por la nariz.

En ocasiones los procesos son leves y en cuanto el gatito se encuentra en una situación estable, con buenos cuidados y alimentación suelen recuperarse rápidamente. En otras ocasiones, dependiendo del estado inmunitario del gato y de la virulencia del virus, pueden aparecer cuadros más graves con afectación de las vías respiratorias bajas o con la aparición de graves lesiones oculares que ponen en riesgo tanto la vida como la visión del ojo u ojos afectados.

Para prevenir estas enfermedades debemos vacunar a nuestros gatos frente a ellas y evitar, si es posible, el contacto con gatos cuyo estado sanitario no conozcamos. Si manejamos a algún gato enfermo debemos lavarnos muy bien antes de tocar a otro gato. Como comentamos en el caso de los resfriados en los perros, debemos evitar los cambios bruscos de temperatura ( tanto el pasar de calor a frío como al contrario).

Debemos saber que estas enfermedades víricas pueden cronificarse y permanecer en los gatos de por vida. Esto no significa que estén enfermos contínuamente sino que ante bajadas de defensas debidas a situaciones de estrés, otras enfermedades, etc., pueden volver a reactivarse esos virus.

Dependiendo de los síntomas que tenga nuestro gato y del virus causante del proceso el tratamiento va a variar. Así es posible que necesite algún antiinflamatorio, colirio antivírico, antibióticos si hay complicaciones bacterianas, buena alimentación y ambiente controlado, limpieza de secreciones nasales u oculares, etc.

No hay que olvidar que en las vías respiratorias altas se pueden originar más procesos que cursan con síntomas que también se presentan en estas enfermedades víricas. Así podemos citar la presencia de pólipos nasales o faríngeos, infecciones por hongos en la nariz, neoplasias nasales, enfermedades oculares diversas, asma felino, etc. y que hay que diagnosticar bien y no confundir con los procesos víricos que hemos comentado.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

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