Mi gato tiene mocos. Cuántas veces habremos escuchado esta frase como motivo de una visita a la clínica.
Mi gato tiene mocos. Esta es una respuesta que escuchamos con mucha frecuencia en la clínica cuando le preguntamos al dueño de un gato por el motivo de su visita.
Cuando hablamos de que un gato tiene mocos nos estamos refiriendo a que el animal presenta un descarga nasal que puede variar desde serosa ( como agua), pasando por mucosa (los típicos mocos) y llegando a ser sanguinolenta. Esto se acompaña invariablemente de ruidos nasales al respirar ( «mi gato tiene la nariz taponada»).
Las causas de la afectación nasal son muy variadas. Entre ellas podemos citar las rinitis, que pueden ser de origen infeccioso, irritativo, alérgico,… Otra causa puede ser la presencia de cuerpos extraños en cavidad nasal ( por ejemplo la presencia de alguna espiguita de gramínea). Podemos citar también los pólipos nasofaríngeos (de los que ya hemos hablado no hace muchos artículos) y, por último, también podremos citar las neoplasias.
¿Qué hacemos cuando nuestro gato tiene descarga nasal y/o ruidos nasales? lo recomendable es acudir a vuestro veterinario de confianza para que sea él quien diagnostique y trate el problema. Como ya hemos visto, las causas de descarga nasal son variadas y por ello también cambia el tratamiento que hay que instaurar para tratarlas.
En la clínica el veterinario realizará un examen general de nuestro gato. Algunas de las afecciones nasales forman parte de cuadros sistémicos ( procesos víricos, por ejemplo) y es importante conocer el estado de salud del animal afectado. Para explorar la nariz y vías respiratorias altas de un gato se va a requerir la sedación o anestesia del mismo dependiendo de las pruebas que vayamos a realizar.
Se debe realizar una buena exploración y para ello suele ser preciso la realización de estudio radiográfico y endoscópico. Con ello se ve el estado que presenta la cavidad nasal, se puede proceder a la extracción de cuerpos extraños o la extirpación de pólipos y también se pueden tomar muestras para cultivos bacterianos o micóticos y biposia, si el veterinario lo considera conveniente.
Una vez que se llega al diagnóstico del problema se podrá instaurar el tratamiento pertinente. Este será muy variado pues puede requerir el uso de antiinflamatorios, antialérgicos, extracción de cuerpo extraño, polipectomía, extirpación de tumores y posterior uso de radio y/o quimioterapia, etc.
Viendo esto se puede apreciar que el tratamiento de los casos de «mocos en los gatos» puede ser complejo a veces y que SIEMPRE debemos utilizar el que nos prescriba nuestro veterinario. En muchas ocasiones estos problemas suelen ser crónicos y habrá recaídas periódicas. Esto, aveces, puede hacernos obviar al veterinario y tratar a nuestro gato con lo que ya hemos usado otras veces pero, IMPORTANTE, el que un gato tenga un proceso alérgico o infeccioso una vez no significa que cada vez que haya un proceso nasal sea causado por lo mismo. Un gato puede tener una rinitis alérgica y ello no excluye que alguna vez pueda entrar un cuerpo extraño en la nariz o que se presente una neoplasia.
Queremos aprovechar para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) tenéis a disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para solucionar todas las dudas que tengáis sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info