Mi perro tiene convulsiones. Las convulsiones se presentan con relativa frecuencia en nuestros perros y tanto sus causas como sus tratamientos van a ser distintos.
Mi perro tiene convulsiones. Las convulsiones en el perro son un problema que vemos con bastante frecuencia en la clínica diaria. Esto, que se conoce como síndrome convulsivo, es un proceso muy dramático y los propietarios de los animales afectados llegan a la cínica muy preocupados y, también, bastante asustados.
En primer lugar debemos definir qué es un síndrome o una crisis convulsiva. Podríamos decir que se trata de una actividad eléctrica inusual en el cerebro del perro afectado y eso puede dar lugar a cambios en el comportamiento del perro, en sus movimientos o en sus sensaciones.
El origen de un síndrome convulsivo es diverso y por lo que es muy importante llegar al diagnóstico correcto para poder instaurar, si es el caso, la terapia adecuada.
Es también de suma importancia el diferenciar un síndrome convulsivo de un cuadro sincopal. Cuando un perro sufre un síndrome convulsivo, este puede variar en intensidad y duración. Quiero decir con esto que no se presenta igual en todos los perros afectados ni todos los síndromes convulsivos son iguales en el mismo animal. Así, puede presentarse como tics en alguna zona corporal (casos más leves) o con convulsiones generalizadas ( más severos). En el caso de los síndromes más severos, el perro afectado cae al suelo, con los miembros extendidos y con movimientos incontrolados. El perro puede babear mucho (psialorrea), puede defecar y/u orinarse encima.
En el caso de los síncopes ( de origen cardiaco, neurológico, etc.), el perro cae al suelo pero no hay extensión de los miembros sino flacidez. Es como el típico desmayo que solemos ver en las películas o cuando alguien se marea al ver sangre y se desploma.
El origen de los síndromes convulsivos es muy variado y pueden deberse a problemas metabólicos ( encefalopatía hepática, hipocalcemias postparto, etc.), problemas toxicológicos ( ingestión por ejemplo de algunos antiparasitarios, envenenamiento por estricnina, etc.), problemas infecciosos (moquillo canino, crisis tetánicas), problemas de origen neurológico ( epilepsia; aumentos de presión intracraneal debidos a edema, hemorragia, neoplasia, etc.; problemas circulatorios cerebrales; trastornos neurodegenerativos; etc.) y, por último, también podríamos citar los debidos a procesos febriles intensos , golpes de calor, etc.
Como vemos, hay muchas causas para la aparición de crisis convulsivas y es por ello que, tanto diferenciarlas de los cuadros sincopales como el hacer un buen diagnóstico diferencial es vital para poder poner tratamiento al problema, sobre todo en los cuadros más graves, pues no olvidemos que en ocasiones son situaciones de extrema urgencia y ponen en riesgo la vida de nuestros queridos perros o pueden dar lugar a que se produzcan lesiones neurológicas irreversibles que mermen la calidad de vida de los mismos.
SIEMPRE que nuestro perro tenga un desvanecimiento (síncope) o aparezca un cuadro convulsivo, DEBEMOS contactar con nuestro veterinario o con un servicio de urgencias para que nos den información sobre lo que hacer mientras llegamos a la clínica para que lo atiendan. Hay casos en los que el tiempo es vital para la supervivencia de nuestro perro y no debemos perder tiempo esperando para «ver si se le pasa».
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) tenemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para atender vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de nuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info