Mi perro tiene una degeneración senil de la válvula mitral.
Mi perro tiene una degeneración senil de la válvula mitral. Esta enfermedad es muy frecuente en los perros de razas pequeñas y edad avanzada.
Mi perro tiene una degeneración senil de la válvula mitral. Esta enfermedad se conoce también por otros nombres como son la enfermedad valvular crónica o la enfermedad valvular degenerativa crónica, entre otras.
En esta enfermedad cardiaca, de tipo adquirido, se produce una alteración en el tejido valvular, con engrosamiento de las valvas , lo que origina que no haya un buen funcionamiento de las mismas. Al no cerrar bien las valvas durante el funcionamiento del corazón se produce el paso de sangre desde el ventrículo izquierdo a la aurícula del mismo lado.
Al principio, cuando la lesión está en grados iniciales, hay poca regurgitación de sangre a la aurícula izquierda, pero conforme avanza el proceso se va dilatando la aurícula izquierda y hay una caída de presión y, por tanto, menor gasta cardiaco. Esto origina que se pongan en marcha unos mecanismos compensadores por parte del organismo para mantener el gasto cardiaco pero esto da lugar a que aumente el trabajo que realiza el corazón, el volumen del aparato cardiovascular y se acaba instaurando una insuficiencia cardiaca congestiva.
¿Qué puede hacernos sospechar que nuestro perro padece este problema? Como ya hemos comentado en artículos anteriores, puede darse la situación de que llevemos a nuestro perro al veterinario para una visita rutinaria y en la exploración se le detecte un soplo. ¡Ajá! ya tenemos aquí, otra vez, a nuestro querido amigo «el soplo». Una vez que se detecta este soplo se procede a realizar el correspondiente estudio para localizar su origen y, diagnosticado el proceso, instaurar el tratamiento pertinente.
La otra posibilidad es que nuestro perro tenga alguna sintomatología de un mal funcionamiento cardiaco debido a la insuficiencia cardiaca que padece. Nos puede hacer sospechar la presencia de este problema el que nuestro perro sea de raza pequeña, con una edad superior a los nueve o diez años, con síntomas tales como cansancio, intolerancia al ejercicio, síncopes (desmayos), tos debido a la compresión que ejerce el corazón, aumentado de tamaño, sobre el bronquio principal o debida a la presencia de edema pulmonar, disnea debida al edema de pulmón. También pueden aparecer otros síntomas como la ascitis (acúmulo de líquido en cavidad abdominal), congestión hepática, diarrea, etc.
Cuando acudimos a nuestro veterinario, al realizar el examen general de nuestro perro auscultará un soplo, de mayor o menor intensidad según el grado de lesión valvular y aumento de l tamaño cardiaco. Se procede a realizar un estudio cardiológico con radiografías, electrocardiograma y ecocardiograma, además de una analítica completa.
Una vez realizado el diagnóstico de la enfermedad valvular, dependiendo del grado de afección existente, se procederá a instaurar el tratamiento pertinente. En los casos graves y urgentes el animal debe ser tratado en la clínica hasta que supere la crisis y ya pueda realizarse un tratamiento ambulatorio. En los demás casos se procede al tratamiento ambulatorio, el cual se instaura para controlar la sintomatología de nuestro perro intentando controlar la evolución del proceso.
Síntomas como una disnea intensa (dificultad respiratoria severa), cianosis (coloración violácea de las mucosas), síncopes, ruido como de burbujas cuando el perro respira, la presencia de una espuma espesa y rosácea en la boca o en la nariz ( presencia de edema agudo de pulmón), nos deben hacer acudir a la clínica de forma urgente. En perros en los que se descompensa la insuficiencia cardiaca congestiva se puede producir la muerte de forma bastante rápida y no debemos descuidar su atención.
Una vez que nuestro perro está en tratamiento debemos realizar seguimientos periódicos para valorar la evolución del proceso y modificar la medicación ( las dosis o los medicamentos) ajustándolas a las nuevas condiciones que se presenten.
Más información sobre enfermedades del corazón de nuestros perros
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Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info