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Mi perro ladra mucho cuando se queda solo.

Mi perro ladra mucho cuando se queda solo.

Mi perro ladra mucho cuando se queda solo.

Mi perro ladra mucho cuando se queda solo. Cuando nos encontramos con este problema es posible que nuestro perro tenga un trastorno relacionado con la separación.

Mi perro ladra mucho cuando se queda solo. Este problema de los ladridos es un motivo muy frecuente de consulta en la clínica veterinaria y mucha gente no le da la suficiente importancia . Cuanto antes se ponga solución más fácil será y menos sufrirán nuestros perros.

Cuántos de aquellos que tenéis perro no os habréis encontrado en esa situación en la que los vecinos os recriminan que vuestro perro no para de ladrar cuando os vais de casa y que sólo se calla cuando regresáis.

En otras ocasiones lo que uno se encuentra al llegar a casa es que el perro ha destrozado algún mueble o ropa, o también se ha orinado o ha defecado en casa. Todavía hay muchas personas que creen que eso lo hace el perro para «vengarse» por haberlo dejado solo.

Cuando nuestro perro presenta alguno de estos problemas, tanto el ladrar sin parar cuando nos vamos como el que elimine en casa o destroce objetos, podemos estar frente a lo que antes se conocía por el nombre de ansiedad por separación y ahora se denomina por algunos autores como trastornos relacionados con la separación.

Se citan muchas posibles causas que predisponen a la aparición de este problema y entre ellas podemos citar el destete prematuro, cambios de domicilio, periodos prolongados de ausencia del propietario, edades avanzadas, etc.

Los síntomas más comunes de este trastorno son los que ya hemos comentado pero también pueden presentarse otros tales como el lamido excesivo de una zona del cuerpo (lo que origina dermatitis en ocasiones muy severas que, en ocasiones, llegan a la automutilación), problemas gastrointestinales (cuadros de vómitos y/o diarreas), falta de apetito, etc.

Cuando se detecta este tipo de comportamiento en nuestros perros no debemos dejarlo esperar a ver lo que ocurre sino que debemos intentar ponerle remedio cuanto antes ya que así será más fácil (o menos difícil) solucionar el problema y, no menos importante, estaremos evitando un sufrimiento innecesario a nuestro perro porque, sí, nuestro perro está sufriendo cuando presenta este tipo de trastornos.

El tratamiento de este trastorno será tanto de tipo de modificación del comportamiento como mediante el uso de medicación específica. Ante el diagnóstico de esta enfermedad debemos saber que muchas veces somos nosotros, sin darnos cuenta, los que estamos favoreciéndola o potenciándola.

Lo ideal sería ponerse en contacto con un educador canino quien, estudiando el caso concreto de nuestro perro, nos da las indicaciones pertinentes para, con su ayuda, consigamos controlar este trastorno.  Suele ir a casa, ver cómo se comporta el perro y los dueños cuando están juntos, qué hace el perro cuando se queda solo (suele hacerse poniendo una cámara que grabe al perro en ausencia de los dueños) y qué ocurre cuando los propietarios regresan al hogar.

Con todos estos datos se diagnostica el problema y se instaura la terapia comportamental más adecuada para el caso concreto. En ocasiones se puede intentar un cambio en la rutina de salidas tales como, por ejemplo, coger las llaves como si fuésemos a salir y simplemente llevarlas a otro lugar de casa. También podemos coger el abrigo, el bolso, etc. como si nos fuésemos a la calle y sin embargo no salimos. También ayuda el no despedirnos efusivamente de nuestro perro y, más importante, no hacerle caso en cuanto llegamos a casa hasta que el perro se tranquiliza. Nuestro perro está esperando el regreso para que le hagamos muchas fiestas y eso le provoca o le potencia el cuadro de ansiedad.

En muchas ocasiones hay que complementar esto con un tratamiento médico a base de compuestos con acción ansiolítica (antidepresivos). Este tipo de tratamientos puede tener efectos secundarios y deben ser siempre supervisados por vuestro veterinario. Recientemente han salido al mercado productos a base de feromonas, la feromona del apaciguamiento, que no tiene esos efectos indeseables que sí puede tener la medicación antes nombrada. Se encuentran en forma de comprimidos, collares o difusores y que tienen una función preventiva y terapéutica.  Lo ideal es que sea vuestro veterinario quien, estudiando el caso de vuestro perro, os aconseje sobre la forma más adecuada de tratar este problema comportamental.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

 

 

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