¿Por qué llora mi perro o mi gato?

935841_525035414210577_406549204_nEs este un motivo de consulta bastante frecuente. ¿Por qué llora mi perro o mi gato?. Cuando hablamos de llorar nos referimos a la excesiva producción de lágrimas y/o a su desbordamiento por los párpados debido a algún problema en las estructuras del ojo y no como expresión de un sentimiento de alegría, dolor o pena, tal y como nos ocurre a las personas.

Cuando nuestro perro o gato tienen algún problema en las estructuras del ojo, tanto internas como externas, uno de los síntomas que se pueden presentar es una mayor producción de lágrimas. Normalmente, cuando existen estas alteraciones, junto con la mayor producción lacrimal hay otros síntomas como pueden ser el enrojecimiento de la conjuntiva y/o de la esclera; miosis ( contracción de la pupila debida a dolor); opacificación de la córnea debida a edema o inflamación, etc.

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Entre las causas más frecuentes de esa mayor producción de lágrimas tenemos las conjuntivitis, que pueden ser irritativas o infecciosas. También hay más tipos, pero quiero citar sólo las más frecuentes. La conjuntiva se puede irritar por la presencia de un cuerpo extraño, tan pequeño como una pelusa o tan grande como una espiga de gramínea. También pueden presentarse casos de picor por reacciones de hipersensibilidad y, al rascarse el animal, aparece un mayor enrojecimiento.

Entre las afecciones de la córnea podemos citar procesos irritativos que originen su inflamación o su ulceración. Aquí podemos citar heridas por cuerpos extraños; irritación y ulceración debida a la presencia de problemas en la disposición u orientacón de las pestañas; infecciones bacterianas o víricas; lesiones debidas a agentes irritantes como jabones y desinfectantes; etc.

Hay otros problemas, en las estructuras internas del ojo que provocan lagrimeo excesivo y aquí podemos citar las uveitis, hipertensión ocular, algunos problemas con el cristalino, etc.

Otra de las causas de que nuestros perros o gatos lloren no es porque produzcan más lágrimas debido a alguno de los problemas anteriormente citados sino debido a un mal drenaje o evacuación de las lágrimas por sus conductos naturales. Nuestros animales tienen en los párpados unas aberturas, los conductos nasolacrimales, por donde se evacúan las lágrimas hacia la cavidad nasal. Nosotros también los tenemos y es por eso que cuando lloramos por algún motivo, nos parezca como si estuviésemos resfriados y tengamos secreciones en la nariz. Estos conductos, a veces no se forman bien o pueden obstruirse por algún motivo, muy frecuente en razas que tienen poca profundidad de órbita ocular ( razas braquicéfalas como los pequineses, bulldog, etc. en perros y persas y angoras en los gatos), y al no evacuarse debidamente se desbordan y dan la apariencia de que nuestro animal está llorando. También es por esto que cuando los canales funcionan con normalidad, cuando ponemos algún colirio colorante como la fluoresceína, esta aparezca por la nariz y la boca. En algunos gatos, al poner colirios empiezan a babear mucho y es porque al llegar a nariz y boca, les resultan amargos o de mal sabor y producen ese babeo.

Si notamos que nuestro perro o gato produce mayor cantidad de lágrima y, sobre todo, si se acompaña de alguno de los otros síntomas que hemos comentado, debemos contactar con nuestro veterinario pues ya sabemos que los problemas oculares pueden ser muy serios. Será el veterinario quien, tras realizar una minuciosa exploración de nuestro animal, diagnostique el proceso y ponga el tratamiento adecuado. Es muy frecuente que los propietarios de perros y gatos mediquen a su animal con algún colirio sin conocer el problema que tienen y eso es, SIEMPRE, contraproducente pues, en vez de curar el proceso, lo que a veces ocurre es que lo agrava.

Ante cualquier sospecha de irritación ocular y mientras esperamos para que el veterinario visite a nuestro animal, podemos lavarle el ojo con suero o con los limpiadores que hay preparados para tal uso, pero no estamos tratando el problema salvo que se haya producido una irritación ocular, por ejemplo, porque se haya metido alguna partícula de polvo en el ojo y la quitemos con el lavado. Pero debemos recordar que una simple partícula puede hacer que nuestro animal se toque el ojo y se pueda lesionar la córnea y produzca una úlcera.

A parte de ese lavado del ojo que podemos hacer si se irrita porque entre alguna mota de polvo o porque, por ejemplo, les salpique en el ojo alguna sustancia irritante, NO DEBEMOS utilizar ningún otro producto que no sea el recetado por el veterinario que diagnostica el proceso.

En el caso de la obstrucción de los canales nasolacrimales, si no es por una malformación de nacimiento, se puede intentar su drenaje para desobstruirlos, pero es muy frecuente la recidiva del proceso. También se puede recurrir a la cirugía para solucionar el problema, pero lo que sí es muy importante, es la limpieza periódica de la zona para evitar que el exceso de humedad origine la irritación de esa zona y además controla la aparición de las manchas de color óxido que tanto afean la estética de nuestros animales.

Nosotros, en la Clínica Veterinaria OLIVARES, en Granada, tenemos a disposición la atención de urgencias las veinticuatro horas del día, así como el teléfono de consulta que aparece en la página de la Clínica, para atender todas las dudas que os puedan surgir sobre este u otros temas.

Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info

Comments

  • Dolors

    febrero 25, 2016

    Buenos días! A mi gato de cuando en cuando le lloran los ojitos me gustaría saber que le puedo hacer para ayudarlo y si hay algún remedio natural.
    Gracias de antemano

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