¿Tengo que castrar a mi gata?

¿Tengo que castrar a mi gata?

¿Tengo que castrar a mi gata?

¿Tengo que castrar a mi gata? Al igual que comentamos en el caso de los machos, en la clínica se aconseja la castración temprana de las gatas para evitar una serie de problemas.

¿Tengo que castrar a mi gata? La castración de las gatas es una práctica muy habitual en la clínica y se recomienda pues ayuda a prevenir tanto camadas inesperadas como enfermedades graves en el aparato reproductor.

Las gatas son animales que entran en celo bastante antes que en el caso de las perras, sobre los cinco o seis meses, por lo que en muchas ocasiones, sobre todo cuando son gatas que tienen acceso al exterior, podemos encontrarnos con gestaciones indeseadas además del riesgo potencial de contraer alguna enfermedad infecciosa durante la monta.

El ciclo de las gatas tiene diferencias considerables con respecto a las perras. Por lo pronto suele aparecer más pronto que en ellas, sobre los cinco o seis meses, que es cuando las gatas alcanzan un tamaño y peso determinados. En ese momento, y dependiendo de circunstancias ambientales como horas de luz y temperatura, la hembra entra en celo y, durante ese periodo, pueden aparecer varios celos, no como en el caso de las perras que sólo tienen uno cada seis meses de media. Las gatas no manchan tal y como pasa en las perras ya que las gatas son de ovulación inducida, esto es, ovulan cuando las monta el macho.  En muchas ocasiones aún están amamantando a una camada cuando ya se presenta otro celo.

Durante el celo el comportamiento de la gata cambia y aparece un maullido muy característico que parece el llanto de un niño pequeño. También los cuidadores apuntan que parecen más cariñosas pus andan restregándose todo el rato entre las piernas de sus cuidadores y cuando las acariciamos arquean el lomo y ladean la cola tal y como harían en el caso de una monta.

Con el paso del tiempo, la estimulación hormonal sobre el aparato reproductor de la gata puede dar lugar a la presentación de determinadas patologías tales como hiperplasia endometrial quística, que puede evolucionar hasta la piometra, quistes y tumores ováricos así como problemas tales como hiperplasia mamaria y neoplasias mamarias, las cuales suelen tener un comportamiento maligno en más ocasiones que en el caso de las perras.

Para evitar los problemas de comportamiento, gestaciones no deseadas y patologías relacionadas con el aparato reproductor nosotros aconsejamos la esterilización temprana de nuestras gatas. Existen medicamentos para evitar o interrumpir los celos pero a nosotros no nos gusta recomendarlos pues favorecen, con el tiempo, la aparición de patologías como las que hemos nombrado.

La esterilización consiste en extirpar la matriz y los ovarios en una cirugía que es muy habitual y que no suele generar ningún problema. Una vez que se finaliza la intervención se prescriben antibióticos y analgésicos unos días y se pone un collar isabelino que impida que la gata se lama la zona de la intervención durante el periodo de cicatrización de la misma (8-10 días).

Tras este tipo de intervenciones hay gatas que pueden tender a ganar peso y para prevenir este problema recomendamos pasar a alimentarlas con dietas específicas para gatas esterilizadas. Recordad que el sobrepeso y la obesidad son enfermedades que predisponen a otras patologías ( articulares, endocrinas, cardíacas, etc.) y que debemos intentar evitar. Es más fácil intentar controlar la ganancia de peso que intentar hacer adelgazar una vez que exista el problema.

Queremos recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) tenemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis consultar vuestras dudas sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

 

 

 

 

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