Cómo controlar una hemorragia en un perro o un gato.

Cómo controlar una hemorragia en un perro o un gato.

Cómo controlar una hemorragia en un perro o un gato. Cuando vemos sangre nos echamos a temblar pero debemos mantener la calma y poner manos a la obra enseguida.

Cómo controlar una hemorragia en un perro o un gato. Muchos de nosotros, ante la visión de la sangre, aunque sea en poca cantidad, se nos nubla la vista y nuestras piernas pierden fuerza. Debemos intentar mantener la calma y poner manos a la obra pues, en muchas ocasiones, nuestra intervención puede ser de vital importancia para nuestros perros y gatos.

Al igual que ocurre con las personas, los animales están expuestos a muchas situaciones en las que se pueden producir heridas que sangren con más o menos profusión. La cantidad de sangre que nuestro animal pueda perder es muy importante pero no debemos descuidar otras heridas que sangran menos pero que puedan ser potencialmente más graves para ellos.

Las hemorragias en nuestros animales se pueden deber a varios motivos y por ello pueden requerirse distintos tratamientos para la causa del sangrado. Este sangrado puede deberse a traumatismos tales como golpes, caídas de elevadas alturas, atropellos, etc.

Otra causa de sangrado son las heridas cortantes o penetrantes tales como las producidas por cristales, ladrillos, palos, hierros, disparos, mordeduras, etc., en las que el sangrado puede ser aparentemente pequeño pero en muchas ocasiones se debe a que la sangre se acumula en el interior de las cavidades orgánicas ( tórax o abdomen).

También podemos citar las hemorragias debidas a problemas inmunomediados y genéticos ( coagulopatías, vasculitis, déficits de factores de coagulación, etc.) y también por la intoxicación con rodenticidas anticoagulantes y uso de medicamentos anticoagulantes (heparina por ejemplo).

Cuando nos enfrentamos a una hemorragia debemos mantenernos serenos. En primer lugar debemos encontrar el origen de la hemorragia. Esto puede parecer una obviedad pero, en muchas ocasiones, sobre todo en casos de animales con el pelo largo, los propietarios llegan a la clínica sin conocer el origen del sangrado debido a que sus animales tienen todo el pelo manchado de sangre. La sangre es muy aparatosa y aunque la hemorragia sea leve, al mancharse el pelaje parece que la cantidad es enorme.

Una vez que conocemos el origen del sangrado debemos ver cómo es la herida pues no es lo mismo un corte superficial que una herida profunda. En ocasiones el sangrado superficial puede ser mayor que el profundo y ello va a depender de las estructuras afectadas.

Cuando ya tenemos localizado el origen del sangrado debemos coger gasa, algodón o, en su defecto, tela limpia para taponar la herida y hacer compresión sobre ella para intentar detener el sangrado. Si este está en una extremidad, deberíamos mantener la misma por encima de la altura del corazón. Mientras tanto, es importante que estemos en camino o que hayamos contactado con nuestro veterinario para que esté preparado ante la llegada de nuestro animal.

En ocasiones el sangrado es muy abundante y debemos recurrir a colocar un torniquete. Estos sangrados suelen deberse a daño en vasos importantes (arterias)  y el torniquete debemos colocarlo por encima de la herida, en la parte más cercana al corazón. En un artículo y vídeo posteriores os enseñaremos de manera práctica cómo debemos realizarlo.

Sí que es muy importante tener siempre presente una cosa. El hecho de que una herida sangre poco no significa que sea poco importante.  Un ejemplo muy habitual de esto son los cortes que se hacen nuestros perros en la zona palmar o plantar del carpo o del tarso ( a nivel de la almohadilla más elevada). Nuestros perros suelen cortarse con trozos de cristal, ladrillo, latas, etc. en esta zona cuando corren por parques y campos. Primero vemos un sangrado abundante y lo taponamos y deja de sangrar. Cuando observamos la herida vemos que el corte es muy pequeño y, como ya no hay sangrado, no le damos importancia. ¡CUIDADO! Es muy habitual en estas heridas el que se hayan seccionado importantes tendones que van a los dedos y deforman la posición de estos. Retrasar la visita al veterinario puede dificultar o impedir su solución.

En otras ocasiones, por ejemplo ante la agresión de otro animal, sólo vemos uno o varios agujeritos en la piel de nuestro perro o gato y, como sangra poco, tampoco le damos mucha importancia. ¡ATENCiÓN! En estos casos pueden haberse producido graves lesiones internas, tanto en los órganos como en la pared muscular bajo la piel, además de la entrada de agentes infecciosos en cavidad torácica o abdominal, que pone en grave riesgo la vida de nuestros animales.

Cuando el sangrado aparece sin que tengamos constancia de ningún traumatismo debemos sospechar la posibilidad de que nuestro perro pueda padecer alguna enfermedad de tipo infeccioso (leishmaniosis), inmune (vasculitis), coagulopatía (trombocitopenia inmunomediada), intoxicación por rodenticidas, etc. y debe ser nuestro veterinario quien diagnostique y ponga el tratamiento pertinente al problema.

En resumen: si nuestro perro o gato sufren una hemorragia debemos mantener la calma, localizar el origen de la misma, taponar la herida o, en su caso, hacer un torniquete y, en todos los casos, contactar con nuestro veterinario para que ponga solución al problema lo antes posible y evitemos que aparezcan complicaciones que podríamos haber evitado.

Como comentaba más arriba, en el siguiente artículo pondremos un vídeo práctico sobre cómo actuar frente a las hemorragias en nuestros queridos animales.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info