Los viajes de nuestros perros y gatos.

SAM_0377Hace unos días os dimos unos consejos sobre los cuidados que debíamos tener cuando fuésemos con nuestros pequeños compañeros a la playa. Esos consejos eran para cuando ya estuviésemos allí, pero antes hay que llegar.

Comento esto porque, muchas veces, el viaje a algún sitio supone una auténtica pesadilla, tanto para nuestros animales como para nosotros. Es muy frecuente que en la clínica me comente alguien lo siguiente: » no viajo porque mi perro o mi gato lo pasan fatal».

Para muchos de nuestros animales, el mero hecho de un corto viaje o de un cambio momentáneo de residencia les supone una situación altamente estresante y les causa unos cuadros de ansiedad bastante severos.

http://youtu.be/Ydpz57eIPzg

En el caso de los perros esa ansiedad se puede manifestar durante el viaje con ladridos contínuos, babeo, náuseas y vómitos, etc. En el caso de los gatos se manifiesta con maullidos, babeo, náuseas, vómitos y, en casos de animales que padezcan cuadros asmáticos, pueden manifestarse con mucha virulencia poniendo en peligro la vida de nuestro animal.

Para intentar evitar estos problemas es importante tomar medidas antes de que aparezcan, es decir, una vez que estemos en el viaje ya no vamos a poder hacer mucho por nuestros animales. Existen distintos métodos que se pueden utilizar, los cuales a su vez dependerán de cada caso en concreto.

Para los gatos ya hay en el mercado un producto elaborado a base de un sintético de la feromona facial felina. Cuando nuestros gatos se sienten a gusto en algún sitio, habremos observado que frota su hocico en ese lugar. Eso lo hace para impregnarlo con feromonas y le dicen que ese es un lugar agradable para él. Ese producto se puede aplicar en el transportín de nuestro gato para ayudar a que lo reconozca como algo suyo y donde se puede sentir cómodo. Junto a esto deberíamos acostumbrar a nuestros gatos a convivir con el transportín, que lo tengan como algo normal de su entorno y pueda entrar y salir de él a su antojo. Si sólo usamos el transportín para los viajes y llevar al gato al veterinario, lo verán como un instrumento de tortura, lo que aumentará su ansiedad cuando lo intentemos introducir en él.

Una vez en destino, los gatos son también muy sensibles a los cambios de residencia y, ante un ambiente extraño, pueden tener modificaciones en su comportamiento habitual. Podemos encontrarnos con animales que se vuelven agresivos, que no quieren comer, que orinan o defecan fuera de su lugar, que maullan constantemente, etc. Para esto existe también la posibilidad de utilizar las feromonas faciales, ahora en difusor (como los ambientadores de casa), intentando con ello que nuestro gato se sienta en su nuevo sitio tal y como lo hace en su residencia habitual.

A veces esto no basta para los viajes y hay que recurrir a dar medicamentos para prevenir las náuseas y vómitos, incluso recurrir a medicamentos tranquilizantes para intentar que nuestro gato haga el viaje lo mejor posible.

En el caso de los perros los problemas suelen presentarse durante el viaje y se adaptan mejor que los gatos a los cambios temporales de residencia. En los perros existe una feromona, la del apaciguamiento, que hace que se sientan bien y protegidos. Su función es similar a la facial del gato. Ya hay en el mercado unos collares que llevan esta sustancia y se les puede poner a nuestros perros antes de que se presente la situación estresante, en este caso el viaje y cambio de residencia.

Al igual que en el caso de los gatos, a veces hay que recirrir al uso de medicación para prevenir los vómitos, o incluso a los tranquilizantes en perros muy nerviosos y con severos cuadros de ansiedad ante los viajes.

En cualquier caso, antes de realizar un viaje, sobre todo si es la primera vez o ya conocemos cómo reacciona nuestro perro o nuestro gato, consultar con vuestro veterinario de confianza sobre cuál es el método de prevención de vómitos o cuadros de ansiedad que podemos utilizar en nuestros animales. Recordad que no debemos regañarles si vomitan o si hay una eliminación inadecuada durante el viaje pues son situaciones que no pueden controlar y que podemos agravar si les regañamos.

Los viajes deben ser una experiencia agradable tanto para nuestros pequeños compañeros como para los propietarios y hoy día no existe excusa para no hacerlos. Usad el método que mejor se adapte a vuestra mascota y….Que tengáis un buen viaje.

Ya sabéis que ante cualquier duda nos tenéis a vuestra disposición en el teléfono de consulta de nuestra página las veinticuatro horas del día.

Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info

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