Mi gato se está asfixiando.
Mi gato se está asfixiando.Al igual que ya comentamos en el caso de los perros, debemos actuar rápido para evitar que su vida corra peligro.
Mi gato se está asfixiando. Antes de nada debemos tener cierta seguridad de que ello es verdad. Cuando un gato tiene un problema de asfixia por atragantamiento podemos encontrarnos con síntomas tales como una intensa disnea (dificultad o imposibilidad de respirar), el animal está muy nervioso, hay psialorrea (babea mucho) y se toca con las zarpas en la boca como queriendo extraer el posible cuerpo extraño. También podemos encontrarnos con la presencia de tos (intentando expulsar el cuerpo extraño) y la aparición de cianosis ( color violáceo de las mucosas por el déficit de oxigenación).
Debemos tener en cuenta que puede ser que nos encontremos con que el gato esté inconsciente debido a la falta de oxígeno, por lo que debemos actuar rápidamente.
Es importante tener en cuenta que en los gatos también nos podemos encontrar con otros procesos que se asemejan al atragantamiento por cuerpo extraño y que hay que diferenciarlos. Así podemos citar los cuadros severos de asma y los colapsos laríngeos, procesos tan serios que también pueden llevar a la muerte de nuestro gato por asfixia.
Cuando tenemos la sospecha o la certeza de que nuestro gato tiene un problema de atragantamiento debemos proceder a intentar que expulse el cuerpo extraño. Los gatos tienen un carácter distinto al de los perros y es difícil que nos dejen manipular la boca para observar si hay algún objeto en su interior. Por otra parte no debemos introducir los dedos sin ver pues podemos impulsar el objeto más hacia dentro.
Podemos golpear firmemente en la zona de la espalda, como hacemos con las personas que se atragantan, para ver si así sale el objeto. Si no sale podemos coger al gato de la zona de la cadera y con la cabeza hacia abajo sacudirlo un poco para ver si el objeto sale.
Si esto tampoco es positivo podemos pasar a realizar la maniobra de Heimlich. Cogemos el gato y lo abrazamos pegando su espalda a nuestro tórax. A continuación ponemos un puño en la zona que hay donde terminan las costillas. Con la palma de la otra mano rodeamos el puño y damos compresiones como intentando meter el puño bajo las costillas. De esta forma aumenta la presión en la cavidad torácica facilitando la expulsión del objeto. Tras cada compresión debemos mirar en la boca del gato para ver si ha expulsado el objeto y, si no se consigue, repetimos la operación hasta cinco veces.
Si a pesar de todo no sale el objeto debemos acudir lo más rápido posible a nuestro veterinario. De hecho lo ideal es contactar con él nada más ocurrir el suceso para que nos vaya orientando en lo que hacer y estar preparado apara actuar tan pronto lleguemos a la clínica.
A veces el gato estará inconsciente pero con latido cardiaco y deberemos realizarle una respiración boca a boca. Si no se nota el latido se puede intentar realizar una reanimación cardiopulmonar, aunque es muy difícil que sea efectiva, todo hay que decirlo. En artículos y vídeos posteriores os hablaremos de estas técnicas.
Aunque consigamos que nuestro gato expulse el objeto que obstruía sus vías respiratorias debemos acudir igualmente a nuestro veterinario para que examine al gato tanto para verificar que, efectivamente ha salido el objeto, como para comprobar que no haya lesiones causadas durante las maniobras que hemos realizado para conseguirlo.
Más información sobre este tema
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para poder solucionar las dudas que tengáis sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info
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