Mi gato tiene inflamada una o las dos orejas.
En el último artículo os hablé de los «bultos» en las orejas de los perros y hoy toca escribiros unas palabras acerca de los procesos inflamatorios en el pabellón auricular de nuestros gatos.
Las otitis externas son procesos bastante frecuentes en nuestros gatos, sobre todo las debidas a la presencia de ácaros en los oídos. Se produce una inflamación que pica mucho y, secundariamente al rascado de nuestro gato, aparecen lesiones en la zona. Pero de lo que hoy quiero hablar sobre todo es de cuando nos encontramos con «bultos» en los pabellones auriculares.
Las causas más frecuentes de presentación de abultamientos en las orejas de nuestros gatos son: tumores (adenomas de glándulas ceruminosas, por ejemplo), hematomas auriculares, abscesos por mordedura y condritis plasmocitaria.
En relación a los tumores, pueden presentarse tanto en la cara cóncava como en la convexa del pabellón y también pueden afectar al conducto auditivo. Los hay benignos y malignos pero siempre aconsejamos su extirpación para evitar posibles complicaciones tanto a nivel local (obliteración del conducto auditivo, sangrados frecuentes, invasión local, etc.) como las producidas a distancia (metástasis).
En relación a los hematomas auriculares, su aparición podía tener dos posibles causas, tal y como decíamos en el caso de los perros: por traumatismo debido a un rascado excesivo debido a otras afecciones auriculares ( presencia de ácaros, dermatitis atópica, alergia alimentaria, procesos infecciosos, pólipos, etc.), o por un problema de tipo autoinmune, en el que la piel del pabellón auditivo se separa del cartílago subyacente y ese hueco vacío se rellena de un exudado serosanguinolento que fluctúa cuando lo palpamos ( notamos como una bolsita de líquido en la oreja de nuestro gato) y que suele ser indoloro.
En relación con los abscesos auriculares, son frecuentes en gatos que conviven con nmás congéneres o que salen al exterior y pueden pelearse con otros gatos. La mordedura puede afectar a una o a las dos caras del pabellón, incluso perforar el cartílago auricular originando un proceso inflamatorio e infeccioso que origina el absceso, incluso la deformación permanente del cartílago si su afectación es grande. Se diferencia del hematoma en que en este caso la oreja suele estar caliente, es doloroso, el animal suele presentar dolor y un proceso febril por la infección y puede estar en ambas caras del pabellón. A veces es difícil localizar el punto de la mordedura pero otras veces se ve la herida, taponada con una costra y al retirarla sale el contenido del absceso. Otras veces hay que recurrir a sedar al gato para poder abrir y limpiar el absceso.
Hay que recordar que el absceso es un problema pero que junto a él tenemos un enemigo oculto que es la posibilidad de que nuestro gato contraiga alguna enfermedad vírica grave (caso de la inmunodeficiencia felina, por ejemplo) debido al contacto con la saliva de un gato agresor infectado. Por ello es importante que si nuestro gato sufre alguna agresión por un gato (sobre todo si es callejero), procedamos a testarlo frente a leucemia e inmunodeficiencia felina pasado un tiempo prudencial (un mes) para descartar estas enfermedades.
Por último, nos encontramos con la enfermedad conocida por condritis plasmocitaria, donde aparece una inflamación y retracción del cartílago auricular que deforma irreversiblemente la oreja. Suele ser bilateral (afecta a las dos orejas) y es un proceso doloroso, lo que lo diferencia del hematoma. En su origen se cita que los gatitos afectados por este proceso frecuentemente son positivos a las pruebas para la detección del virus de la leucemia y de la inmunodeficiencia felina.
Cuando en nuestro gato apreciamos la aparición de algún bulto en la piel, concretamente en la oreja en este caso, debemos recurrir a nuestro veterinario de confianza. En el caso de los perros la mayoría de los tumores de piel suelen ser benignos, al contrario de lo que ocurre en el caso de los gatos, por lo que un diagnóstico precoz puede resolver el problema o, en el peor de los casos, ayudar a controlarlo ofreciendo más esperanza y calidad de vida a nuestros gatos.
Una vez que llevamos a nuestro gato al veterinario, se estudia el proceso, se diagnostica el problema y se instaura el tratamiento pertinente. Si es un tumor , se realiza su extirpación (si es posible) y su estudio (biopsia) para ver si con la sóla extirpación es suficiente o si hay que recurrir a más tratamientos (quimioterapia, por ejemplo).
En el caso del hematoma auricular, se ve si hay alguna causa desencadenante del problema y se elimina esa causa ( tratamiento contra los ácaros, por ejemplo) además de drenar el hematoma y prevenir su reaparición mediante la técnica más adecuada al caso.
En el caso de los abscesos ya hemos comentado que es imprescindible extraer su contenido y limpiarlos bien, lo que requerirá con toda seguridad sedar al gato para poderlo hacer. Una vez limpio se procede a instaurar el tratamiento antibiótico y antiinflamatorio que requiera el caso.
En el caso de la condritis plasmocitaria se instaurará el tratamiento antiinflamatorio adecuado a nuestro gato además de testarlo frente a la leucemia y la inmunodeficiencia felina por si son el origen del problema.
Recordad que los «bultos» en las orejas de nuestros gatos son problemas que deben ser tratados por un veterinario, quien diagnosticará el proceso e instaurará el tratamiento pertinente. También debemos recordar que un bultito muy pequeño puede ser el origen de un problema muy grave ( hay tumores que tienen gran malignidad por las metástasis que originan) y que no debemos despreciarlos por ello pues nos exponemos a agravar el pronóstico de la enfermedad. Otra cosa que debemos recordar es que las alteraciones que deforman los cartílagos auriculares son permanentes por lo que debemos intentar solucionar estos problemas con la mayor celeridad posible.
Ya sabéis que en nuestra clínica, la Clínica Veterinaria OLIVARES, en Granada, tenéis a vuestra disposición nuestro servicio de urgencias las veinticuatro horas del día, así como nuestro teléfono de consulta que aparece en la página de la clínica.
Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info
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carmen
mi gato ha venido con una mordedura en cara y oreja, esta infestada, le puedo dar Synulox 50 , se la he limpiado y le he puesto agua oxigenada y vetadine, y polvos desifestantes
Nery
Mi gato tiene la orejita hinchada y se la pique con una abuja pero otrabes esta igual que puedo a ser
johana
Si tu gato tiene la oreja inflamada no se la piques ni se la toques podrías matarlo acá como bien dice hay que llevarlo al veterinario si es un tumor es maligno ok ? acá dice todo clarito asique no entiendo las dudas leean lo que dice!!
Carmen Rios
Un gato llegó a la casa de 2 años.
Traía un burrito con sangre cerca de la oreja.
Lo lleve a co soltar y le pusieron antes 2 vacunas.
Y lleva 3 inyecciones de antibiotico, desinflamatorio y vitaminas
Le recetaron gotas para el oido.
falta vacuna de la leucemia y rabia
Francisco
Migato la salio el la oreja derecha un bolto muy grande mi duda que puede ser eso lo e tenido 8meses y nose relaciona con otro gatos no sale de casa ya quesu amo no lo dega y es un macho color negro