Mi gato tiene pulgas. Un problema que se presenta con mucha frecuencia en la clínica.
Cuando un gato tiene picor, este se puede deber a múltiples causas y entre ellas tenemos lo que se denomina hipersensibilidad a la picadura de pulga. Un gato puede tener una o muchas pulgas en su cuerpo pero eso no tiene por qué producirles ninguna sintomatología, o a lo sumo, produce que el gato se rasque de vez en cuando.
Cuando un gato tiene pulgas y se rasca se debe a que nuestro gato padece ese cuadro que hemos llamado hipersensibilidad a la picadura de pulgas. Esto es como decir que nuestro gato es alérgico a la picadura de pulga.
Cuando una pulga le pica a nuestro gato, en su saliva hay sustancias que evitan que la sangre sel gato se coagule y así poder alimentarse. Pues es a alguna de las sustancias que hay en la saliva de la pulga a las que reacciona nuestro gato originando el cuadro de hipersensibilidad que cursa con un picor bastante pronunciado, sobre todo en región lumbosacra y caudal de muslos (aunque puede generalizarse a todo el cuerpo).
Un gato que vive en un piso, sin contacto con otros animales y sin salidas al exterior es prácticamente imposible que pueda presentar una parasitación por pulgas, por lo que si sufre picores habría que indagar buscando otras posibles causas de los picores. La parasitación por pulgas es más habitual en gatos que tengan acceso al exterior, sobre todo donde haya presencia de gatos callejeros pues ellos sí es posible que se encuentren parasitados.
Una vez que nuestro gato, por cualquier motivo, adquiera pulgas, si es hipersensible basta con un número muy bajo de ellas para que se presente el problema. Como además nuestro gato es alérgico a las sustancias de la saliva de la pulga, si usamos productos antiparasitarios y la pulga muere, es difícil que las veamos y pensemos en otra causa del picor. Las pulgas pueden estar sobre la superficie del gato pero también pueden estar en su cama, alfombras, sillones, etc., encontrándose en esas localizaciones en algunas de sus fases de desarrollo ( huevos, larva, etc.).
A parte del picor que producen en nuestros gatos, al rascarse ellos mismos se originan lesiones secundarias. Podemos encontrar en nuestros gatos eritema (enrojecimiento de la piel), descamación (caspa), pápulas (ronchitas), alopecia debido al excesivo lamido ( muchas veces se ha confundido la alopecia debido a este problema con la que se conoce por alopecia psicógena, que se debe a trastornos comportamentales), escoriaciones y ulceraciones debido al rascado.
Otro problema que pueden traer consigo las pulgas es que originen una parasitación interna en nuestros gatos con un gusano plano conocido por Dipylidium. Las larvas de este gusano pueden estar en la pulga y cuando nuestro gato se rasca o lame puede ingerirlas y se desarrollan en el interior de nuestros gatos. Los segmentos maduros de estos gusanos los podemos ver en la zona anal de los gatos o en las heces, Son de pequeño tamaño, pocos milímetros, de color blanquecino y móviles. Cuando se deshidratan se adhieren a los pelos de la zona anal y tienen una apariencia como de granos de trigo.
Para prevenir o tratar las infestaciones por pulgas debemos utilizar los productos antiparasitarios que se encuentran a nuestra disposición en el mercado. Siempre es interesante que consultéis con vuestro veterinario sobre cuál es el que mejor se adecua a vuestro gato pues los hay en diversas presentaciones ( pipetas, collares, sprays, champús) y además hay que tener también en cuenta la edad del gato, peso, estado sanitario, presencia de pulgas en el ambiente, etc. para usar el producto más adecuado.
Por otro lado, si nuestro gato tiene pulgas, además de desparasitarlo externamente también deberíamos hacerlo internamente para controlar la posible presencia de gusanos planos ( aunque no los veamos en ese momento), utilizando también el producto que nos aconseje nuestro veterinario.
Además de controlar la presencia de las pulgas, también debemos controlar el proceso de hipersensibliidlad que padece el gato, utilizando los medicamentos adecuados para curar el picor y los problemas de la piel que se hayan presentado. Si es un caso aislado no habrá más que controlar las pulgas, pero si nuestro gato está constantemente expuesto a este riesgo (vive en casa con acceso al exterior y hay gatos callejeros o cualquier otro foco de pulgas), podemos intentar el uso de las vacunas contra este tipo de hipersensibilidad de manera que consigamos que nuestro gato, aunque contacte con las pulgas, no sufra este tipo de reacción. A día de hoy hay vacunas que están dando muy buen resultado frente a este problema pero recordad que su uso no excluye el de los antiparasitarios, sino que son complementarios para tratar el problema de las pulgas, su hipersensibilidad y la presencia de gusanos planos.
Nosotros, en la Clínica Veterinaria OLIVARES, localizada en la C/ Poeta Zorrilla de Granada capital ( zona del Palacio de Congresos), con servicio de urgencias y de consulta telefónica las 24 horas del día, instauramos planes de prevención y/o de tratamiento frente a este problema, individualizando el tratamiento para cada uno de nuestros pacientes. Según cada caso, aconsejamos la utilización de los productos que mejor se adapten a las circunstancias del gato y de sus dueños intentando tener bajo control la parasitación por pulgas y los procesos que ya hemos visto puede originar.
Recordad que el picor en nuestros gatos se puede deber a muchas causas y que entre ellas tenemos la hipersensibilidad debida a la picadura de pulgas. Si nuestro gato tiene picor, SIEMPRE debemos consultar con nuestro veterinario de confianza pues es preciso no sólo controlar el picor de nuestro gato sino diagnosticar y tratar la causa del mismo pues si no controlamos la causa, NUNCA acabaremos de controlar el picor ( y las lesiones que se produce nuestro gato al rascarse).
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info