Nuestros pequeños animales pueden sufrir diversas enfermedades que o se producen en los oídos, o tienen manifestación en ellos. Cuando hay un problema en los oídos (tanto externo como interno) es normal que nuestro animal cabecee y se rasque intensamente la zona auricular.
Dentro de los problemas de los oídos podemos encontrarnos con los siguientes: otitis externa por una enfermedad alérgica; parásitos como los otodectes; presencia de cuerpos extraños como las espigas de gramíneas; presencia de pólipos, sobre todo en el gato; exceso de cerumen debido a procesos seborreicos; infecciones de algún tramo del oído, casi siempre secundarias a procesos alérgicos; procesos autoinmunes que afecten al oído; neoplasias auriculares; etc.
Todas estas enfermedades tienen una presentación muy semejante y es por eso que no puede utilizarse un tratamiento sin conocer la causa del proceso. Al igual que ocurre con los problemas oculares, que no todos se tratan con el mismo colirio, en el caso de los problemas del oído cada uno tiene su tratamiento específico.
Ante un problema de oído debemos acudir a nuestro veterinario y será él, quien tras una detenida observación del problema, nos oriente sobre la causa y el tratamiento que debemos seguir para solucionar el problema.
Tanto a la hora de tratar ciertos problemas de oídos como a la hora de prevenirlos, actualmente recomendamos el uso de limpiadores auriculares. Se trata de productos que se introducen en el conducto auditivo y, tras masajear la zona, se limpian los residuos que hayan salido al exterior. Además, estos productos tienen un efecto secante que dificulta el crecimiento de organismos patógenos en el oído.
Recordad que JAMAS debemos introducir bastoncillos en el conducto auditivo de nuestros animales pues: si hay un cuerpo extraño, podemos introducirlo más y dañar el tímpano; si está el conducto muy inflamado o con ulceritas, lo vamos a dañar más, empeorando el proceso; si hay mucho cerumen en el conducto, facilitaremos la formación de un tapón de cera, que puede requerir la anestesia para eliminarlo.
Una limpieza de los oídos cada 1-2 semanas es muy efectiva para la prevención de problemas en ellos y es algo que no requiere ni mucho tiempo ni mucha práctica.
Manuel Olivares, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES y de tuveterinario.info/tuveterinario