Mi perro tiene un absceso.
Mi perro tiene un absceso. La formación de abscesos es frecuente en nuestros perros, son dolorosos, se suelen acompañar de un cuadro febril y deben tratarse cuento antes.
Mi perro tiene un absceso. Un motivo frecuente de visita a la clínica es cuando nuestro perro tiene un absceso. Las causas pueden ser diversas pero son procesos que conviene tratar cuanto antes para evitar posibles complicaciones.
Antes de nada podríamos decir que un absceso es una acumulación de pus en alguna parte del organismo. La mayoría de las veces tienen un origen infecciosos pero hay ocasiones en las que pueden ser estériles y que los microorganismos no sean la causa de su aparición.
En muchas ocasiones estos abscesos se localizan el la piel y tejido subcutáneo y su origen suele ser por la presencia de un cuerpo extraño, tal es el caso de las espigas de gramíneas tal y como comentamos en el vídeo anterior, dedicado a las heridas interdigitales. En otras ocasiones pueden deberse a mordeduras de otros animales, tanto perros como gatos, etc.
Otra localización muy frecuente es al lado del ano por una afección de los sacos anales. Los cuidadores pueden notar que el perro se estriñe y no puede obrar (debido al dolor) y eso suele ser por lo que acuden a la consulta si no lo hacen porque ya se abre el absceso y ven sangre en esa zona.
Más abscesos los podemos encontrar en la zona maxilar, bajo alguno de los ojos, y se debe a la infección originada por afección del cuarto premolar o muela carnicera del lado afectado.
Otras localizaciones son el hígado, el páncreas, la próstata, pulmones, pero para su diagnóstico ya se requieren de pruebas de imagen y el cuidado no los aprecia como es el caso de los que hemos comentado que se presentan en piel.
Cuando se forma un absceso primero notamos un abultamiento en la zona afectada, que puede ir adquiriendo una tonalidad rojiza. Ese abultamiento primero es duro pero poco a poco va ablandándose y se nota contenido líquido en su interior (pus). La zona va adquiriendo tonalidad violácea y suele debilitarse una zona de piel hasta que se abre una salida al exterior por donde fluye el pus.
Esa sería la evolución si no se hiciera nada pero en cuanto se diagnostica un absceso hay que instaurar tratamiento antibiótico y antiinflamatorio (recordad que ya dijimos que suele ser un proceso bastante doloroso) además de que hay que vaciar el absceso y limpiarlo, algo que debe hacerse cuando está maduro y no antes.
Junto al absceso aparece, tal y como comentaba al principio, un cuadro febril que se acompaña de elevación de la temperatura corporal, disminución del apetito o anorexia y decaimiento más o menos intenso.
Los abscesos no deben dejarse a ver cómo evolucionan sino que hay que instaurar el tratamiento oportuno lo antes posible pues en muchas ocasiones podemos controlar el proceso antes de su formación (tratar una mordedura enseguida y no esperar a ver si se forma un absceso) y con ello acortamos el plazo de tratamiento y evitamos sufrimientos innecesarios a nuestro perro.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info