Otitis en el perro, un problema frecuente y que tiene igual sintomatología pero distintos orígenes.
La otitis es la inflamación del oído. Esta inflamación puede afectar al pabellón auricular y tramo principal del conducto auditivo; puede afectar sólo al conducto auditivo; puede afectar al tímpano y cavidad timpánica; puede afectar al oído interno; o bien, puede afectar a la combinación de algunas de las estructuras mencionadas anteriormente.
Las causas de la Otitis en el perro pueden ser muy diversas aunque su sintomatología pueda ser muy similar. Así podemos encontrarnos con:
– Alérgicas: la inmensa mayoría de las otitis tienen este origen ( alergia alimentaria, dermatitis atópica, alergia de contacto, etc.). Una vez que aparece la otitis por alguno de estos motivos, se puede complicar por un sobrecrecimiento bacteriano o de levaduras o de los dos, pero el origen no es infeccioso.
– Por cuerpos extraños: son frecuentes las otitis por este motivo, sobre todo, por la presencia de espigas de gramíneas en el conducto auditivo. Se da con mucha frecuencia en perros de razas con orejas con mucho pelo y caídas. El cocker es la raza más afectada (en la clínica representa sobre un 90% de los casos). Este problema suele presentarse desde primavera a otoño y se da cuando el perro pasea por zonas con este tipo de vegetación.
– Presencia de ácaros auriculares: la presencia de los ácaros en los oídos induce la reacción inflamatoria que, como vimos antes, puede complicarse.
– Excesiva humedad en los conductos y presencia de mucho pelo en los mismos: dan lugar a que se afecte el epitelio de los conductos y favorecen el crecimiento de los microorganismos.
– Por extensión de procesos desde las vías aéreas: el oído se comunica con las vías aéreas y los procesos infecciosos que afecten a las vías aéreas pueden llegar a afectar a los oídos. Muchas personas habréis padecido dolor en los oídos como consecuencia, por ejemplo, de una faringitis. Pues en los perros pasa igual.
– Ciertos procesos de tipo autoinmune: que tienen su manifestación en los oídos ( entre otras partes corporales).
Normalmente, cuando nuestro perro padece un problema de otitis lo vamos a notar porque mueve mucho la cabeza y se rasca con las patas traseras ( debido al dolor o al picor que sufre), vemos que las orejas están enrojecidas y hay más cantidad de secreción y también suele presentarse mal olor en los oídos. En el caso de la presencia de un cuerpo extraño, suelen tratarse de problemas agudos. Cuando entra una espiga en el oído el perro puede gemir, tocarse la oreja, ladear la cabeza y cabecear mucho ( intenta expulsar la espiga).
Como hemos visto, las causas de otitis en el perro son muchas por lo que, obviamente, los tratamientos a utilizar también serán distintos. Muchas veces llaman a la clínica o al teléfono de consulta para preguntar qué gotas podemos ponerle en los oídos a un perro con otitis. Nuestra respuesta siempre es la misma: depende del problema que tenga.
Cuando un perro muestra los síntomas de otitis que hemos comentado es preciso que lo vea su veterinario de confianza. Tras realizar un examen general de nuestro perro viendo su estado y si padece algún otro tipo de trastorno, se procede al examen de los oídos (LOS DOS). Aunque nuestro perro sólo muestre sintomatología en un oído pueden estar afectados los dos. A veces, por ejemplo, hay espigas en los dos oídos pero uno duele más y ese es el que hace que vayamos al veterinario. Si nos centramos sólo en ese oído podemos dejar una espiga en el otro y hacer que la otitis sea más severa.
Una vez que se realiza el examen del oído, si hay cuerpos extraños hay que extraerlos, a veces bajo sedación; coger una muestra del exudado para estudio citológico; hacer una limpieza del oído si hay mucho exudado (también bajo sedación), realizar pruebas complementarias si se requieren ( caso de alergias o de enfermedades autoinmunes) y, según sea el diagnóstico, instaurar el tratamiento pertinente.
Los tratamientos de oídos pueden ser sólo tópicos, con gotas antiinflamatorias, antiparasitarias, antibióticas, antifúngicas, según sea el proceso, o, a veces, también requerirá tratamiento sistémico si son casos más serios o secundarios a otras enfermedades.
Una forma de prevenir las otitis es utilizar limpiadores óticos con regularidad, sobre todo si los perros se bañan con frecuencia; examinar las orejas y, de camino, entre los dedos, para buscar la presencia de espigas cuando salen al campo y, NUNCA aplicar tratamientos sin el consejo de vuestro veterinario.
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Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info