Mi perra tiene un bulto en una mama. La presencia de bultos en las mamas de nuestras perras es algo muy frecuente en la clínica. La mayoría de las veces se tratan de tumores mamarios y es muy importante su diagnóstico temprano y tratamiento.
Mi perra tiene un bulto en una mama. La aparición de un bulto en una o varias mamas de nuestras perras debe ponernos sobre aviso de que algo no va bien. La mayoría de los bultos que se presentan en las mamas son tumores y por lo tanto es muy importante su diagnóstico temprano para poder instaurar el tratamiento oportuno antes de que puedan presentarse complicaciones.
Los tumores mamarios son de presentación muy frecuente, tanto que ocupan el primer lugar en la tabla de frecuencia de presentación de tumores en la perra. Algo más de la mitad de los tumores suelen ser benignos, lo que no quiere decir que con el tiempo no puedan malignizarse y es por ello que deben tenerse muy vigilados.
Los tumores mamarios en la perra aparecen, sobre todo, a partir de los 8 años de edad, aunque no quiere decir que se puedan presentar a edades mucho más tempranas. Son tumores hormonodependientes y factores tales como el que se trate de perras sin esterilizar, celos irregulares, utilización de productos hormonales para control de celos, sobre todo durante largo tiempo o a altas dosis, pueden favorecer su aparición.
En los perros machos también pueden presentarse este tipo de tumores, tal y como pasa en el caso de los hombres, pero su incidencia es mínima. Hay estudios que hablan de razas predispuestas a la presentación de tumores mamarios pero, en nuestra experiencia, no hemos apreciado dicha predisposición.
¿Qué podemos notar en nuestra perra cuando tiene un tumor mamario? A nivel general normalmente no vamos a notar absolutamente nada salvo en casos de tumores malignos que cursen con invasión local de la piel (carcinomatosis cutánea), que es muy dolorosa o en los casos donde exista metástasis en otros sistemas, sobre todo en pulmón, en casos avanzados, no diagnosticados o tratados.
Lo que sí podemos apreciar en la perra afectada es la presentación de nódulos de mayor o menor tamaño en el tejido mamario. Estos nódulos pueden ser duros o blandos y estar más o menos fijos a la piel o al tejido subyacente. También se pueden notar placas sin unos márgenes claramente definidos, eritematosas, calientes y dolorosas. También podemos notar que aparece secreción sanguinolenta por algún pezón.
Si notamos alguno de estos síntomas debemos acudir a nuestro veterinario habitual para que estudie el problema. Ante la presentación de algún nódulo o secreción anómala, el veterinario realizará el pertinente estudio. Se realiza un examen general de la perra, donde le contaremos al veterinario todo lo que sepamos acerca del ciclo reproductivo de la perra ( la presencia de celos, frecuencia, celos irregulares, número de gestaciones, uso de productos hormonales, etc.). También se explora el resto de las mamas para ver si hay más alteraciones; se hace un estudio analítico para ver el estado general de la perra y se hace un estudio radiológico de tórax para descartar la presencia de metástasis.
El tratamiento de los tumores mamarios pasa por su extirpación. Dependiendo del tamaño y del número de mamas afectadas se optará por extirpar el nódulo solitario, una mama, varias mamas de una cadena mamaria o toda la cadena. Una vez extirpado el tumor se realiza un estudio histopatológico ( biopsia) para diagnosticar el tipo de tumor y saber si hay que realizar tratamientos complementarios ( quimioterapia y/o radioterapia). Se podría realizar el estudio antes de la extirpación del tumor pero, sobre todo si hay varios, cada uno puede ser de un tipo y, además, un tumor benigno en ese momento puede malignizarse más adelante. Es por ello que NO DEBEMOS ESPERAR A VER LA EVOLUCIÓN DE UN TUMOR sino extirparlo cuanto antes. Si es benigno ya habremos resuelto el problema y, si es maligno, cuanto antes se trate mejor pronóstico tendrá.
Como ya hemos comentado antes, los tumores mamarios suelen ser hormonodependientes y es por ello por lo que se recomienda la esterilización temprana de las perras si no van a dedicarse a la cría. Si lo hacemos antes de los primeros celos, la incidencia de presentación de estos tumores se reduce drásticamente. Si se hace de forma más tardía ese porcentaje se va acercando al de una perra entera y ya no habrá función protectora en la esterilización. Aunque hay opiniones diversas, nosotros optamos por recomendar la esterilización junto con la extirpación del tumor mamario pues hay estudios que citan una mayor tasa de supervivencia en estos casos.
No olvidemos que hay otras patologías mamarias que pueden confundirse con procesos tumorales tales como las mastitis ( estas pueden aparecer en la lactación o en procesos de pseudogestación «embarazos psicológicos»); problemas de tipo quístico y, por último, problemas como la hiperplasia mamaria. Es por ello que es fundamental que sea el veterinario el que diagnostique qué proceso es el que padece nuestra perra. Es muy habitual que llegue algún cuidador de perros a la clínica comentando que a su perra le ha salido un pequeño quiste. Recordad que en muchas ocasiones un tumor puede ser muy agresivo aunque su tamaño sea pequeño.
Más información de problemas del aparato reproductor de la perra.
Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) tenéis a vuestra disposición el Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas y donde podremos solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.
Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info