¿Mi perra necesita una cesárea?

¿Mi perra necesita una cesárea?

¿Mi perra necesita una cesárea?

¿Mi perra necesita una cesárea? En ocasiones debemos recurrir a la realización de este tipo de intervención para solucionar o prevenir posibles problemas que surgen durante el parto de nuestras perras.

¿Mi perra necesita una cesárea? Todos estamos acostumbrados a escuchar hablar de esta práctica en las mujeres y, cuando nuestras perras se quedan preñadas, es muy frecuente que consultemos sobre la realización de esta intervención en las mismas.

Ante todo debemos saber qué es una cesárea. Podríamos definirla como el acto quirúrgico en el que se abre la matriz, en este caso de la perra gestante, para extraer los fetos. Esto puede hacerse de forma preventiva, es decir, antes de que hayan aparecido problemas (distocia) en el parto, como es en el caso de ciertas razas braquicéfalas como los bulldog ingleses en los que, como se hace en ocasiones en las mujeres, se programa la cesárea en el momento óptimo ya que se prevén problemas si el parto se desarrolla de forma natural.

En otras ocasiones hay que recurrir a la realización de la cesárea debido  a que se ha producido una distocia (los fetos tienen gran tamaño, sobre todo en casos de un solo feto; presencia de fetos mal posicionados o mal desarrollados; enfermedades que hacen que el feto tenga un volumen muy aumentado como en los casos de anasarca; problemas en la madre tales como un canal del parto estrecho debido, por ejemplo, a fracturas de pelvis, etc.) o también porque se ha producido la muerte de uno o varios fetos.

Salvo en los casos de cesáreas programadas en las que se prevén problemas en el parto natural, la mayoría de veces en las que se recurre a realizar una cesárea suele ser un procedimiento urgente debido a que el propietario acude a la clínica cuando aprecia que puede haber un problema y cuando llega se comprueba que, efectivamente lo hay, y que puede haber riesgo para la vida de los fetos o de la misma madre.

Siempre que una perra se pone de parto, algo que podemos apreciar porque notamos la presencia de una mucosidad saliendo de la vulva (se abre el tapón del cuello uterino); la perra está nerviosa, dando vueltas por la casa o escarba en el suelo como queriendo hacer un agujero (nido); si tomamos la temperatura corporal, esta puede descender un par de grados unas horas antes de desarrollarse el parto; cuando apreciemos la aparición de contracciones, acompañadas o no de gemidos; cuando veamos aparecer una bolsa con líquido en su interior o incluso parte de algún feto por la vulva de la perra pero que no acaba de salir por completo; cuando la perra ha expulsado algún cachorro pero sabemos a ciencia cierta que aún queda alguno más y ya ha pasado más de un par de horas desde la salida del último; etc. En todas estas situaciones debemos consultar con nuestro veterinario ya que puede ser necesario la realización de una cesárea en nuestra perra y siempre es muy importante que se encuentre, tanto ella como los fetos, en las mejores condiciones posibles.

Antes de realizar esta intervención, el veterinario realizará una completa exploración para ver el estado de la madre e intentar localizar cuál puede ser la causa de que la perra no expulse a los fetos. Se realiza un examen digital del canal del parto, se hacen radiografías para ver el tamaño y posición fetal y también ecografía para ver la viabilidad de los fetos y si se está produciendo eso que se conoce como sufrimiento fetal. Con todos estos datos en la mano es cuando el veterinario decide si se puede intentar estimular el parto mediante tratamiento médico o hay que recurrir a realizar la cesárea.

La cesárea en sí es una técnica sencilla pero que debe realizarse con rapidez y estando preparados para atender tanto a la madre como a los cachorros ( ya que a estos últimos habrá que sacarlos del saco amniótico, ligar el cordón umbilical, expulsar los líquidos y restos que pueden tener en vías respiratorias y limpiarlos y secarlos bien para evitar pérdidas de calor). Como toda cirugía, siempre conlleva un riesgo implícito que va a depender de diversos factores ( estado físico de la madre, tiempo que lleve instaurado el parto, raza de la perra, enfermedades concurrentes, etc. ) y, que va a llevar a que el cirujano esté al tanto de todas estas cuestiones para minimizar esos riesgos todo lo posible.

Una vez que se ha realizado la cirugía, los cachorros deben volver con la madre lo antes posible pues, tal y como ya hemos comentado en otros artículos, es de vital importancia que se pongan a mamar cuanto antes pues el calostro, fuente de las primeras defensas de los cachorros, sólo va a estar presente las primeras 24 horas. Si no es posible debido a las condiciones de la madre o a que no se produzca la bajada de leche, podemos recurrir a administrar a los cachorros leches maternizadas que incluyen calostro en su composición.

Cuando se ve que la madre se encuentra totalmente recuperada y los cachorros están mamando y en condiciones, podemos mandar a la feliz familia a casa para que estén lo más a gusto posible y rodeados de todos aquellos que tanto les quieren.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

 

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