¿Qué antiparasitario externo utilizo en mi perro?

¿Qué antiparasitario externo utilizo en mi perro?

¿Qué antiparasitario externo utilizo en mi perro?

¿Qué antiparasitario externo utilizo en mi perro? Otro año más se acerca la primavera y empiezan a proliferar todos esos parásitos externos que tantos problemas ocasionan a nuestros queridos compañeros.

¿Qué antiparasitario externo utilizo en mi perro? Como todos los años por esta época empiezan a aparecer esos molestos y peligrosos bichitos que tanto daño pueden hacer a nuestros queridos compañeros y, nunca olvidarlo, también a quienes convivimos con ellos.

Como siempre solemos decir, en medicina lo más importante es prevenir las enfermedades y, en este tema, es algo fácil de hacer.

Productos antiparasitarios externos hay en diversas presentaciones y con distintas formulaciones. Podemos encontrar champú, polvos para disolver en agua, líquidos para disolver en agua (estas tres presentaciones se suelen utilizar más para matar los parásitos que ya haya podido coger nuestro perro que para prevenir la parasitación). Otras presentaciones son los pulverizadores, los collares, las pipetas, los comprimidos e inyectables.

Ahora que vemos que hay muchos productos y presentaciones aún nos liamos más sobre cuál debo usar para mi perro. Pues para eso, entre otras muchas más cosas, estamos los veterinarios, para aconsejaros sobre el producto que debe utilizar vuestro perro.

En principio, lo más importante es saber el tipo de parásitos que hay en la zona donde vive el perro o a la que se puede desplazar, por ejemplo en caso de viajes de vacaciones, etc. ¿Por qué? La contestación es simple. No todos los productos sirven para todos los parásitos y no todos los parásitos están en las mismas zonas. Por esto es importante que el perro esté bien protegido frente a todos los parásitos con los que se pueda encontrar.

Los parásitos más habituales que nos podemos encontrar son las pulgas y garrapatas. Dependiendo de las zonas también pueden encontrarse otros como el mosquito transmisor de la leishmaniosis, el mosquito transmisor de la dirofilariosis (gusano del corazón), moscas que transmiten la thelaziosis (gusanos del ojo), etc.

No debemos de olvidar que las pulgas, además de producir cuadros de tipo alérgico, también pueden transmitir enfermedades por parásitos intestinales ya que pueden llevar larvas de ellos en su interior y los perros pueden ingerirlas al mordisquearse para el rascado.

En el caso de las garrapatas podemos encontrarnos con la transmisión de enfermedades tales como la ehrlichiosis, la hepatozoonosis, la borreliosis, etc. a las que ya hemos dedicado otros artículos y vídeos y que alguna de ellas, no lo olvidemos, también pueden afectar a los seres humanos.

Los productos antiparasitarios que utilicemos deben prevenir frente a las pulgas, garrapatas y, según la zona, frente a los demás parásitos que puedan existir en ella.

En relación a la presentación que debemos utilizar también va a depender de cada caso. Lo ideal sería no tener que utilizar más de un producto antiparasitario y que el que usemos proteja bien a nuestro perro frente a los potenciales riesgos. Por poner un ejemplo, los inyectables que hay autorizados para su uso en perros protegen frente a la dirofilariosis pero no frente a otros parásitos. Es un producto muy útil pero sólo para perros que vivan en zonas endémicas de esta enfermedad o que viajen a ellas con frecuencia y debemos utilizar junto a este otro producto que proteja a nuestro perro del resto de los parásitos.

Hay razas que son más sensibles (genéticamente) a cierto tipo de productos y será el veterinario quien nos advierta sobre su uso en estos perros.

Por otro lado hay perros que padecen procesos de dermatitis alérgica frente a ciertos productos o a la presentación que los lleva ( caso de collares antiparasitarios por ejemplo). Cuando surge este problema debemos utilizar otra presentación pues las dermatitis pueden llegar a ser muy severas.

En los casos en los que convivan varios perros, en ocasiones jugando se arrancan los collares al morderlos y se pierden o, en el peor de los casos, pueden ingerirlos y sufrir una intoxicación. En estos casos tampoco se aconseja el uso de collares prefiriendo, por ejemplo, el uso de pipetas.

Es muy importante seguir las indicaciones del fabricante sobre cómo administrar o aplicar los diversos productos. Cuando se van a utilizar las pipetas o se va a aplicar algún pulverizador, por ejemplo, nos aconsejan no bañar al perro ni veinticuatro horas antes ni después de su aplicación para garantizar la perfecta absorción del principio activo y que su uso sea eficaz por el tiempo recomendado.

Tampoco debemos olvidar la frecuencia de uso de cada producto. Los hay que tienen actividad durante un mes, tres, cuatro, seis, ocho. No debemos alargar el plazo para cambiar el collar, por ejemplo, o para aplicar una nueva pipeta pues el tiempo que pasa desde que cumplió su periodo de efectividad hasta que se vuelva a utilizar, el perro habrá estado expuesto al riesgo de contraer alguna de las enfermedades que transmiten los parásitos y ya, aunque se vuelva a usar un antiparasitario, no vamos a poder evitar esa enfermedad que ha adquirido el perro y que, no olvidemos, puede tardar hasta varios meses en manifestarse.

Al igual que no debemos alargar el tiempo de recambio tampoco debemos acortarlo, salvo prescripción veterinaria, ya que podemos ocasionar una intoxicación a nuestro perro.

Más información aquí Prevención frente a los parásitos externos en perros y gatos.

Aprovechamos para recordaros que en la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) ponemos a vuestra disposición nuestro Servicio de Urgencias 24 horas, así como el teléfono de consulta que aparece en nuestra página (tuveterinario.info), también operativo las 24 horas para que podáis solucionar todas las dudas que os surjan sobre este o cualquier otro tema relacionado con la salud y cuidados de vuestros animales.

Manuel Olivares Martín, veterinario de la Clínica Veterinaria OLIVARES (Granada) y de tuveterinario.info

 

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